Se avaló la nueva Ley General de Educación Superior (LGES), la cual pretende garantizar la gratuidad, laicidad y universalidad en este nivel educativo, además, de que se reconocerá y respetará la autonomía universitaria.
La Ley fue aprobada en lo general por la Cámara de Diputados con 389 votos a favor de legisladores, 54 en contra y 8 abstenciones, de los cuales algunos negativos fueron otorgados por Morena y otros del Partido del Trabajo (PT). Además, no se realizó ninguna modificación en la minuta, por lo que se enviará de forma íntegra al presidente de la república.
Además, con esta ley se ”regula la participación de los sectores públicos, social y privado en la educación superior, establece criterios para el financiamiento y responde a la realidad del país, a sus condiciones, cambios y grandes retos”, destacó la cámara de diputados a través de un comunicado.
Durante la sesión, se ahondó en el respeto a la autonomía de las instituciones, así como su régimen jurídico, autogobierno, libertad de cátedra e investigación, estructura administrativa, patrimonio, características y modelos educativos. También se puntualizó que se integrará a este nivel educativo a las Escuelas Normales Rurales.
Asimismo, la educación superior está conformada por los niveles: técnico superior universitario, profesional asociado, licenciatura, especialidad, maestría, doctorado. Por lo que ahora se establecerán tres subsistemas: educación universitaria; tecnológica y de formación docente.
La nueva ley también fomenta la creación de instancias para prevenir la violencia sexual y de género en los centros escolares
También se añadió un apartado en el que las instituciones privadas se verán obligadas a o otorgar becas, por lo menos a 5% de los estudiantes matriculados.
La nueva ley también fomenta la creación de instancias para prevenir la violencia sexual y de género en los centros escolares. Por otro lado, establece un Sistema para la Evaluación y Acreditación de dichas instituciones y regula la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en su financiamiento.
El proyecto precisa que los procesos legislativos relacionados con las leyes orgánicas de las universidades e instituciones de educación superior a las que la ley otorgue autonomía “en todo momento respetarán de manera irrestricta las garantías de dichas instituciones”, por lo que no podrán menoscabar su facultad y responsabilidad para gobernarse por sí mismas.
De acuerdo con Adela Piña, diputada de morena y presidenta de la Comisión de Educación, la nueva ley consta con 77 artículos y 21 transitorios y pondrá regulaciones a las escuelas “patito”.
No obstante, durante el pleno, algunos legisladores del PT debatieron que esta iniciativa de ley no era del todo transparente, pues dejaría los recursos a manos de la Secretaría de Hacienda y esto impedía garantizar el derecho a la gratuidad escolar de la que se hacía mención.
Otra de las iniciativas aprobadas fue la creación del consejo Nacional para la Coordinación de la educación superior, el cual fungirá como un organismo que coordinará estrategias para mejorar el desarrollo de la educación superior en México y en el que se implementarán Sistemas Locales de Educación Superior y de Comisiones Estatales para planear adecuadamente las acciones a seguir para este nivel educativo.
“Esta es una ley que va a regular para bien la educación superior en el país y seguramente será un instrumento que le permita elevar sus estándares de calidad”, indicó recientemente Rubén Rocha, presidente de la comisión de Educación e impulsor de la legislación.