La violencia en el municipio de Choix, Sinaloa, ha obligado a varias familias a huir, dejando lo poco que tienen.
En el municipio ubicado al norte del estado, limítrofe con Chihuahua y Sonora, dos facciones del Cártel de Sinaloa, están en disputa.
Pelean el control de las barrancas y cerros de una de las puntas del llamado ‘Triángulo Dorado’.
A finales de noviembre, hombres armados desalojaron la comunidad de la Ladrillera.
Omar Rubén Gill, presidente municipal de Choix, dijo: “Alrededor de nueve familias bajaron aquí a la cabecera, nueve familias son 13 adultos y cinco niños”.
Autoridades estatales aseguran que, en Choix, es muy difícil brindar seguridad a las 300 comunidades que tiene el municipio, todas en la sierra y de difícil acceso.
Cristóbal Castañeda, secretario de Seguridad en Sinaloa, explicó: “Las distancias en el mapa se ven cercanas pero realmente ya en terreno estamos hablando de que para llegar a las comunidades son siete, ocho horas”.
El alcalde admite que la situación en su municipio, es complicada.
En Choix, según datos del Gobierno local, desde 2012, hay al menos 84 familias desplazadas de sus comunidades y que serán reubicados en un terreno que ya fue donado por el municipio.
Esperanza Hernández, representante de Desplazados en Sinaloa, destacó: “Se cuenta con un aproximado de 410 familias desplazadas".
En julio, el secretario del ayuntamiento fue asesinado a balazos, en noviembre.
Moisés Rábago, líder de Desplazados en Choix, fue secuestrado, dos días después fue liberado, hoy ya no vive en el municipio.
El secretario de Seguridad Pública del estado, Cristóbal Castañeda, asegura que se ha reforzado la vigilancia en la zona.
Pero los desplazados consideran que falta mucho para recuperar la paz.