El gobernador de Durango, José Rosas Aispuro, informó que la entidad regresa a semáforo rojo ante el aumento de casos positivos de COVID-19 y el número de fallecimientos.
En conferencia de prensa, el gobernador indicó que la decisión se tomó junto con los presidentes municipales y la Secretaría de Salud federal.
"El estado registra aumento de casos positivos y de positividad en pruebas realizadas y hay una mayor demanda hospitalaria", señaló Rosas Aispuro.
Ante esto, a partir de este martes 3 de noviembre y al menos hasta el 17 de noviembre se tomarán las siguientes medidas:
- Se prohíbe la venta de bebidas alcohólicas en cualquier modalidad. A quien se sorprenda vendiendo de manera clandestina se aplicarán sanciones severas, dijo Rosas Aispuro.
- Se permitirá únicamente las actividades económicas esenciales, como son las del sector automotriz, minero, forestal, energético y de la construcción, con la aplicación de estrictos protocolos.
Además, con aforo restringido operarán supermercados, farmacias, bancos, restaurantes sin venta de alcohol, puestos de comida (solo para llevar) y hoteles. Cualquier otra actividad no está permitida.
- El Gobierno del estado establecerá guardias en todas sus dependencias. El personal que no labora deberá permanecer en sus domicilios, de lo contrario, dijo el gobernador, habrá sanciones que pudieran llegar a la rescisión de la relación laboral. Los ayuntamientos aplicarán esta medida en el ámbito de sus competencias.
- Los templos religiosos se mantendrán cerrados.
- Queda prohibido realizar fiestas en domicilios particulares y salones de fiestas.
- El transporte público seguirá operando al 50 por ciento de su capacidad y con protocolos de seguridad. En el caso de taxis y vehículos particulares no se podrán trasladar más de tres personas, incluido el conductor.
- Se restringirá la movilidad de las 10 de la noche y hasta las 5 a.m.
- Las plazas públicas como gimnasios, albercas y centros deportivos estarán cerrados al público.