El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, siempre se ha mostrado dispuesto a que los mexicanos decidan en una consulta popular si se debe enjuiciar o no a sus predecesores, pero por primera vez afirmó que si no prosperan la recolección de firmas de los ciudadanos o un pedido del Senado, lo solicitará él mismo.
Durante su conferencia matutina de este lunes, el mandatario federal dijo que “si no se reúnen las firmas, si los legisladores no hacen el trámite, pues lo voy a hacer yo para que quede abierta esa posibilidad”. Si esto ocurre, la petición de consulta debe formalizarse antes del 15 de septiembre y el referendo se celebraría el año próximo.
El mandatario ha hecho de la lucha contra la corrupción su principal caballo de batalla pero desde su discurso de toma de posesión el 1 de diciembre de 2018 fue muy ambiguo sobre si se debería procesar o no a exmandatarios que estuvieran involucrados en casos de corrupción.
Aunque desde entonces ha reiterado que en su administración nadie estaría por encima de la ley, también ha defendido hacer borrón y cuenta nueva con los expresidentes para no abonar la venganza.
Pero el inicio de varios procesos de corrupción de alto perfil, sobre todo el que se lleva a cabo contra Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), que está colaborando con la justicia y ha implicado en supuestos sobornos millonarios al expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), ha reactivado el tema.
López Obrador lleva semanas especulando sobre la eventual consulta aunque, paradójicamente, siempre ha insistido en que él votaría que “no” se juzgue a sus precedesores desde los años 90.
Indicó que es posible que para el año que viene la fiscalía o los jueces ya hayan resuelto si enjuiciar o no a algún exmandatario, pero insistió en que si no es así “se tiene esa vía abierta de la consulta”.