Al anunciar que en un primer paquete de denuncias en contra de 43 empresas factureras se detectó un daño al fisco por 55 mil 125 millones de pesos, la titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Raquel Buenrostro, que se trabaja para recuperar al menos el 34.73 por ciento de estos recursos.
En conferencia, la funcionaria explicó que tras una investigación se encontró que en las 43 firmas, que están relacionadas, participaron 8 mil 212 empresas y personas, y sus operaciones simuladas ascendieron a los 93 mil millones de pesos, las cuales provocaron que 24 mil 583 millones de pesos de ISR y 11 mil 396 millones de IVA no entraran al gobierno.
Indicó que muchas de las factureras contrataron a personas que vendían servicios de honorarios y les retuvieron el ISR, “que tampoco lo pagaron”, y que equivale a 19 mil 146, lo que da un total de 55 mil 125 millones de pesos de evasión fiscal.
Buenrostro precisó que los recursos por ISR e IVA son difíciles de recuperar debido a que son “empresas fantasmas”, contrario a los más de 19 mil millones de pesos por retención de ISR y para lo cual se comunicarán con contribuyentes involucrados para que se regularicen.
“Muchos de estos contribuyentes participaron en las empresas y fueron engañados, y sin darse cuenta compraron facturas que están relacionadas con el crimen organizado. Les llegará una carta a su buzón tributario y podrán acercarse al SAT para regular la situación, pero en caso de que no se regularice se dará vista al procurador fiscal”, dijo.
La funcionara además informó que algunas de las 43 factureras “ya están publicadas en el Diario Oficial de la Federación” como tales, mientras que otras son presuntas y tienen investigaciones de defraudación fiscal y lavado de dinero.
Asimismo, las empresas comparten asimilados, representantes legales, accionistas y a 244 personas físicas que recibieron salarios asimilados, los cuales intervinieron en dos o más firmas.
Al respecto, el procurador Fiscal de la Federación, Carlos Romero Aranda, anunció que hoy se presentarán siete querellas contras los grupos principales de estas facturares para tratar de cuadrar dos delitos: uno, la defraudación fiscal y otro que es lavado de dinero.
“El mensaje de hoy es: ‘se acabó la fiesta’, las factureras ya no pueden seguir operando. Todos debemos pagar impuestos y cumplir con nuestras contribuciones fiscales. No hay crimen perfecto”, expresó.