TULTEPEC, Estado de México.- Tras casi 10 meses de excavaciones, expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han recuperado 824 huesos que corresponden a -por lo menos- 14 mamuts pertenecientes al Pleistoceno.
Asimismo, trabajadores que habilitaban un predio ejidal para ser utilizado como relleno sanitario, desenterraron dos trampas para la caza de estos animales excavadas hace 15 mil años. El INAH confirmó que son las primeras descubiertas en todo el mundo.
El arqueólogo Luis Córdoba, quien se encuentra al frente de los trabajos, consideró que posiblemente las dos fosas sean parte de una línea de trampas para cazar con mayor eficacia.
Durante una rueda de prensa en la Casa de Cultura Víctor Urbán Velasco de este municipio, ubicado al norponiente del Valle de México, el experto detalló que hay una marca en la parte frontal de uno de los cráneos provocada por un ataque con lanza de más de 15 centímetros de largo que resbaló en el hueso.
“De acuerdo a teorías, existen pocas evidencias de que los humanos atacan directamente; se dice que los espantaban para que cayeran en un pantano y esperaban a que murieran, pero ésta es una prueba de ataque directo a los mamuts”.
En ese sentido, afirmó que el hallazgo constituye un parteaguas en la historia mundial porque es la primera vez que se ubican trampas artificiales para mamuts. El único antecedente similar se ubica en Japón, y se trata de trampas cónicas de 40 mil años de antigüedad para atrapar animales de tamaño medio.
Una vértebra de ocho centímetros es el hueso más chico que se encontró, mientras que un colmillo de tres metros es el más largo.
Para comprender a profundidad este descubrimiento, el arqueólogo Pedro Francisco Sánchez Nava, quien además es cronista del aledaño municipio de Tultitlán, abundó en los cambios del máximo glacial, al final del Pleistoceno, una época de gran inestabilidad climática en que los polos se congelaron ocasionando la bajada del nivel del mar en todo el planeta y ambientes más secos en varias regiones, caso de la Cuenca de México.
En ese sentido, las trampas prehistóricas de Tultepec, fueron excavadas en la arcilla del fondo del Lago de Xaltocan, hace aproximadamente 15 mil años, cuando sus niveles descendieron y dejaron expuestas grandes llanuras. Este fenómeno mundial coincidió con uno local: la gran erupción del Popocatépetl hace 14 mil 700 años, que motivó una gran movilización de animales y seres humanos hacia el norte de la Cuenca de México, donde la caída de ceniza volcánica fue menor.
Finalmente, los especialistas resaltaron que en esta zona también vivieron camellos, bisontes y caballos.