El exgobernador del estado de Veracruz, Javier Duarte, confesó este martes que pactó con el gobierno de Enrique Peña Nieto su entrega a cambio de que la entonces Procuraduría General de la República (hoy Fiscalía General de la República) no persiguiera a sus familiares.

En entrevista telefónica con Ciro Gómez Leyva para Radio Fórmula, el exmandatario veracruzano relató que su equipo de abogados se reunió en abril de 2017 con funcionarios de la Secretaría de Gobernación, la PGR y el hoy extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), en la que se pactó los términos de la entrega.

Así, acordó entregarse antes de la elección a gobernador en el Estado de México a cambio de que las autoridades retiraran cargos contra sus familiares, incluyendo a su esposa Karime Macías; además, le prometieron mantenerlo en buenas condiciones durante el tiempo que permaneciera en detención.

“Evidentemente fue otro engaño más de la administración, pero no tenía para dónde hacerme (...) Pactamos la entrega en un lugar donde yo no vivía, llegué un día anterior a ese lugar donde fue la entrega”.JAIVER DUARTE
Javier Duarte ofrece información a gobierno de AMLO

Duarte de Ochoa agregó que está dispuesto a colaborar con la actual Fiscalía y otorgar información que ayude a la detención de exfuncionarios de la administración pasada, no sólo porque es su deber “como ciudadano” denunciar delitos, sino porque sufrió una extorsión por parte de Alberto Elías Beltrán, entonces jefe de despacho de la PGR.

Sin embargo, se negó a detallar la naturaleza de dicha información o el nombre de los exfuncionarios que estarían involucrados en actos ilícitos, toda vez que prefiere entregarla “de primera mano” al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

“Por eso, solicité al Fiscal General de la República que pueda girar sus apreciables instrucciones  instrucciones a efecto de que se pueda tomar mi declaración ministerial”.
Afirma Duarte que sufrió una cacería durante gobierno de EPN

Por otro lado, Javier Duarte de Ochoa dijo que fue víctima de una cacería “inédita” por parte del expresidente Enrique Peña Nieto y la PGR, quienes convirtieron su caso en un “linchamiento público” sin sustento legal, como demuestra el hecho de que las acusación “hoy por hoy se están cayendo”.

Como ejemplo de lo anterior, recalcó que existen personas involucradas en el caso, quienes crearon empresas fantasma y realizaron miles de operaciones ilícitas, que están actualmente en libertad.

“Contra mí, que no hay una sola prueba, por el simple hecho de llamarme Javier Duarte, por haber sido  gobernador de una entidad federativa y por lo atractivo que fui políticamente hablando, estoy detenido”.