Mientras que millones de mexicanos tienen que trabajar décadas completas para hacerse de un modesto patrimonio –y varios más ni siquiera alcanzan esa posibilidad-, siete funcionarios que han integrado el gabinete de Enrique Peña Nieto han conseguido cuantiosas fortunas en tan solo seis años en la administración federal.
Entre ellos se encuentran Alfonso Navarrete Prida (Trabajo, Gobernación), Miguel Ángel Osorio Chong (Gobernación, actualmente senador), Rosario Robles Berlanga (Sedesol, Desarrollo Territorial), Pedro Joaquín Coldwell (Energía), Gerardo Ruiz Esparza (Comunicaciones), Luis Videgaray Caso (Hacienda, Cancillería) e Ildefonso Guajardo Villarreal (Economía).
En promedio, estos siete funcionarios han ganado alrededor de 14 millones y medio de pesos solamente en sus sueldos (2.4 millones por año). Sin embargo, a sus cargos se les pueden otorgar diversos ingresos adicionales como ‘técnico calificado’ o ‘servicio profesional por honorarios’, de acuerdo con el Manual de Percepciones de los Servidores Públicos.
Casas millonarias, flotillas de autos y obras de arte son una realidad para 7 secretarios de Estado tras 6 años junto A Peña Nieto; sus sueldos e ingresos adicionales, 2.4 mdp anuales promedio, les permitieron ganar 94 veces más que un trabajador promedio https://t.co/S2g6wNhhSv pic.twitter.com/6HR8ExnLjZ
— Sin Embargo MX (@SinEmbargoMX) 3 de noviembre de 2018
De acuerdo con una investigación de portal Sin Embargo, el salario anual de 2.4 millones de pesos que perciben estos funcionarios en 94 veces mayor al ingreso por año del salario mínimo promedio, el cual es de 25 mil pesos. También es 41 veces más grande que el sueldo mínimo por encima de la línea de bienestar, que sería el ingreso ideal que deberíamos ganar los mexicanos (57 mil pesos al año).
Además, otro instrumento del que se han servido estos integrantes del gabinete para hacer crecer sus fortunas es la opacidad. A pesar de que sus declaraciones patrimoniales deberían ser públicas (artículo 6 constitucional), han creado diversos mecanismos para evitar declarar los montos de sus propiedades, vehículos, joyas y obras de arte, reflejando así la falta de transparencia que caracterizó a su administración.
Con información de Sin Embargo.