Al que puede ser el último presidente priísta en el país le encanta volar. Muchas de las fotografías que Enrique Peña Nieto ha compartido en sus redes sociales son de él subiendo, encima o bajando de una aeronave. Su pasión por ver al mundo desde lo más alto posible se vio reflejada en la compra de un avión presidencial de 3 mil millones de pesos y un total de 66 giras al extranjero.
Después de casi seis años en el poder, el presidente mexiquense dejó en claro que mucha de su actividad como líder de la política nacional se ejercería desde el extranjero. En una suma total de sus viajes, el periódico Reforma indica que Enrique Peña Nieto gastó más de 250 millones de pesos para viajar por todo el mundo en compañía de su séquito más cercano, su familia, elementos de seguridad, entre otros. En total, el priísta visitó 42 países.
A Peña Nieto se le puede ver sonriente saludando a Barack Obama en la Casa Blanca, a Justin Trudeau en Canadá, a Vladimir Putin, el israelí Netanyahu, e incluso regalándole una silla charra para montar a caballo a la reina Isabel de Inglaterra, en una de las visitas de estado más comentadas por los medios mexicanos cercanos a la presidencia peñista. Lo cierto es que a los mexicanos les quedó claro que su presidente usaría bastante ese avión Boeing Dreamliner 787.
La información también revela que junto al presidente viajó su esposa, Angélica Rivera, otra persona que gusta de los viajes al extranjero. En al menos un tercio de los viajes totales del presidente mexicano, su esposa estuvo a su lado para encuentros con mandatarios de todas las razas y nacionalidades posibles. La relación de la pareja presidencial con las aeronaves es inminente y deja ver su interés por volar en cualquier oportunidad posible, incluso dentro del país.
Durante los primeros cinco años de gobierno, se sabe de la inversión de 248 millones de pesos (todo esto dinero público) para costear los constantes viajes de Enrique Peña y su familia por el mundo. En este 2018, el presidente priísta había prometido un recorte a ciertos derroches dentro del gobierno, pero aún así realizó cinco giras de trabajo. En estos viajes visitó siete países, en donde se puede incluir Estados Unidos y Nueva Guinea, como sus últimos viajes internacionales de gobierno.
Los gastos del gobierno mexicano no solamente tienen que ver con las aeronaves, también se sabe de derroches en alimentos, bebidas y hospedaje en hoteles de lujo en todo el mundo. Un vuelo del avión presidencial puede costar entre 133 mil y 342 mil dólares; a esto se le puede sumar un total de 53 millones de pesos en hospedajes y alimentos por parte del presidente priísta y su comitiva. A Londres, por ejemplo, Peña viajó con 200 personas, en una vista de estado en donde solamente era imprescindible la presencia de la pareja presidencial.
Los últimos presidentes en México han tenido una predilección por salir del país de forma constante. Uno de los mandatarios más adictos a las giras internacionales fue el michoacano Felipe Calderón. El panista viajó a 102 países en seis años, pero no por esto gastó más que Enrique Peña.Se sabe que el priísta es el que más dinero ha gastado en cada viaje, sin querer emitir información puntual de todos los gastos de su familia y su comitiva.
Para el nuevo gobierno de izquierda, el tema de los viajes y vuelos internacionales ha estado vigente en las promesas de campaña. La victoria de López Obrador pretende aniquilar estos derroches, empezando por la venta del avión presidencial de 3 mil millones de pesos. Para el tabasqueño de izquierda, la intención es volar a encuentros nacionales e internacionales de forma austera, en vuelos de clase turista y con la menor comitiva posible para aplicar austeridad en cada movimiento presidencial.
Con información de Reforma.