A estas alturas a nadie sorprendió lo que este domingo aconteció. Hasta el último momento Ricardo Anaya se destapó y no perdió tiempo en arrancar su campaña. Ante sus simpatizantes se presentó para defender algunas propuestas y señalar a sus contrincantes.

En su discurso criticó al PRI, a la falta de éxito de las anteriores administraciones panistas, por no cambiar de raíz las estructuras y se lanzó contra sus opositores: José Antonio Meade y Andrés Manuel López Obrador.

Anunció lo obvio: "He tomado la decisión d tomar la candidatura de la coalición para ser presidente de la República", en su conferencia a la que asistieron los principales líderes perredistas, de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado y Enrique Afaro, gobernadores y sus aliados panistas como Gustavo Madero, Marko Cortés y Diego Fernández de Ceballos. El gran ausente fue Miguel Ángel Mancera.

"México tiene que cambiar, requiere un cambio estructural, pero no cualquier cambio", dijo Anaya. Ahí comenzaron los señalamientos contra los gobiernos federales a cargo de Vicente Fox y Felipe Calderón.

"Cambiaron cosas de la superficie del iceberg. Pero las estructuras del sistema priista quedaron intactas", acusó. Nombró casos como el Pemexgate, "entonces al líder petrolero no se le tocó ni con el pétalo de una rosa".

Respecto a la administración calderonista, recordó la alianza con Elba Ester Gordillo. "Es cierto que hubo grandes avances en sexenio de Felipe calderón; fue el sexenio con mayor inversión en infraestructura, pero siendo sinceros y autocríticos, no cambiamos las estructuras corporativas y clientelares".

Lanzó entonces las críticas al PRI. "La pregunta central es s seguimos con más de lo mismo o nos planteamos con seriedad un cambio profundo para el país. Los que pueden dormir tranquilo sabiendo que hay 11 millones de pobreza los que mueren de manera violenta, los que quieren que nada cambie, los que están satisfechos con esos datos; ellos ya tienen candidato, es el candidato de la continuidad, del PRI, y se llama José Antonio Meade".

Prosiguió: "A México no le conviene un cambio hacia el pasado, repleto de locuras como el que ofrece Andrés Manuel López Obrador. Él representa el cambio de ideas viejas y fracasadas".

Defendió al Frente. "Que el pese a quien le pese, el frente ya es coalición electoral". Aseguró que se trata de una fuerza inspirada en historias como Chile, en donde la coalición de oposición logró derrotar a Augusto Pinochet.

Habló sobre las posibilidades que hubiera tenido el PAN de haberse unido con el PRD en pasadas elecciones. Por ejemplo, recordó el caso de San Luis Potosí: "Si hubiéramos ido en alianza, no nos hubieran visto ni el polvo, como va a pasar el próximo año".

Por otro lado, Anaya defendió su propuesta de ingreso básico universal, a la que dedicó buena parte de la segunda mitad de su discurso como la mejor propuesta para luchar contra la pobreza.