La Ciudad de México se une a otras grandes urbes de todo el mundo y ha dado el primer paso hacia un sistema de transporte público sin efectivo. O por lo menos eso espera Mastercard.
En noviembre de este año, la compañía financiera introducirá una tarjeta de débito sin contacto habilitada para el Metro, lo que permitirá a los usuarios deducir en el momento de colocarla en el lector del torniquete el valor de sus pasajes, directamente desde sus cuentas bancarias. Es un esfuerzo de Mastercard por capturar millones de transacciones diarias en efectivo al tiempo que ayuda al gobierno a promover una mayor participación en el sistema financiero.
Sin embargo, hay algunos problemas. Un gran contingente de residentes de la Ciudad de México no tiene cuentas bancarias. Y cualquier expansión de la iniciativa más allá del Metro se verá afectada por el hecho de que un gran número de negocios solo acepta dinero en efectivo.
Un pasaje normal en el altamente subsidiado Metro capitalino, el quinto más grande del mundo, cuesta 5 pesos, lo que lo hace el más barato de todos. Los usuarios pueden elegir entre comprar un boleto de papel o una tarjeta recargable que puede contener hasta 120 pesos, pero ambas opciones solo pueden ser compradas en efectivo en una caseta atendida por personal.
Mastercard dice que actualizará el software existente en los torniquetes del sistema de transporte para que los lectores de tarjetas puedan diferenciar entre las tarjetas recargables y las tarjetas de débito. La empresa apunta a los ingresos que vendrían con un cambio cultural de un menor uso del efectivo. La compañía de tarjetas lanzó una sociedad similar en Colombia con el servicio de transporte integrado de Bogotá, el TransMilenio. Mastercard dice que ha emitido 1.5 millones de tarjetas allí y está en conversaciones con otras 16 ciudades latinoamericanas.
“Utilizando el transporte como una excusa, vamos a traer más tarjetas al mercado”, dijo César Espinoza, vicepresidente de Mastercard para gobierno y desarrollo en la región. Las tarjetas de prepago y débito estarán disponibles en la Ciudad de México a mediados de 2018, dijo la compañía.
En tanto, funcionarios de la capital mexicana dicen que esperan que la iniciativa lleve a millones sin cuentas bancarias a ingresar a la economía formal. “Necesitamos facilitar la inclusión de las personas”, dijo Salomón Chertorivski Woldenberg, secretario de desarrollo económico de la ciudad. Y según el gobierno, no les costó a los contribuyentes un solo peso.
“La Ciudad de México no paga un centavo a Mastercard por el proyecto”, dijo Jorge Gaviño Ambriz, director del Metro. “Lo único que en realidad podemos perder es el tiempo”.