En México cada vez hay más pobres educados.
Actualmente, 54 por ciento de la población que tiene nivel de preparatoria está en pobreza, al igual que 8 por ciento de quienes cursaron posgrado, debido a que no hay una política de recuperación real de los salarios, destaca el Informe 2017 del Observatorio de los Salarios, de la Universidad Iberoamericana de Puebla.
Destaca que al inicio del sexenio, las personas con nivel de licenciatura ganaban en promedio 11 mil pesos al mes, monto que se redujo a 8 mil 700, cuando el mínimo constitucional debería ser de 17 mil 950 –598 pesos diarios–, monto que no percibe 64 por ciento de la población asalariada del país, que está por debajo de la línea de pobreza alimentaria.
El análisis advierte que en 2005 una persona con nivel de posgrado tenía un sueldo de 24 mil pesos mensuales, el cual bajó a 14 mil en promedio. En tanto, 4 millones de personas ganan un mínimo al día, es decir, poco más de 80 pesos, que es el peor sueldo del sector obrero de toda América Latina.
Lo contradictorio es que se ha elevado el nivel de instrucción de los mexicanos, pero los salarios no han avanzado en la misma medida. Es decir, cada vez somos más educados y hay más pobres, ya que las remuneraciones están desvinculadas de la productividad, y sólo están indexadas a la inflación, además de que no hay sindicatos fuertes que defiendan los derechos de los trabajadores, destacó Miguel Reyes Hernández, coordinador del Observatorio.
“Mientras otras naciones han llevado a cabo políticas de recuperación salarial, en México castigaron y contuvieron los incrementos a los sueldos, por lo que actualmente tiene los peores niveles de bienestar de América Latina y elevó el número de pobres, mientras en Brasil disminuyó esta cifra en 14 por ciento y en Venezuela 12 en promedio, destacó durante la presentación del Informe 2017.
Asimismo, consideró que la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) debería encargarse de hacer estudios del costo de vida de los obreros y los sueldos justos para este sector. Sin embargo, dijo, el presidente del organismo, Basilio González Núñez, quien tiene una percepción anual superior a 3 millones de pesos, al parecer no le preocupa llevar a cabo este tipo de análisis.
Reyes Hernández planteó que los mexicanos cada vez son más productivos, lo que no se refleja en los salarios; por el contrario, ganan menos, pues los aumentos de todos los sectores se amarraron al porcentaje que se daba a los mínimos, y así se contuvo la posibilidad de dar remuneraciones justas.
Problema de justicia, no de productividad
Por ejemplo, dijo, en nuestro país las armadoras pagan a los mexicanos 7.6 veces menos que en sus plantas en el extranjero, laborando más horas y produciendo lo mismo. No es un problema de productividad, sino de justicia.
A manera de conclusión, comentó que en México la política económica no es para ayudar a los pobres, sino a los ricos, porque favorece a quienes más tienen, a quienes están en el decil más alto, lo que ha generado mayor desigualdad y pobreza multidimensional; ante esta falta de oportunidades, muchos sectores, sobre todo de jóvenes, emigran, entran en la delincuencia o en la informalidad, lo que no es buen futuro para el país, advirtió.
FUENTE: Jornada