Grupos civiles alertan que permitir el uso de combustible con mayor grado de etanol podría provocar el aumento de los niveles de ozono ante la falta de infraestructura de las gasolineras y los vehículos para disminuir su impacto al medio ambiente y, por consiguiente, a la salud.
“La previsión es que van a aumentar las contingencias por ozono donde ya las hay y en ciudades donde antes no existían van a empezar a presentarse”, sostiene Gisselle García, abogada del Centro Mexicano de Derecho Ambiental AC.
Las organizaciones acusan que el Gobierno federal cedió a los intereses de la industria agrícola de Estados Unidos que ve en México “un mercado súper apetitoso”, pese a que también afectará a Pemex debido a que no estará en condiciones de igualar el precio de este tipo de gasolina.
El Gobierno mexicano cedió a los intereses de la industria agrícola de Estados Unidos al permitir la distribución de gasolina con un mayor volumen de etanol, pese a que no existe la infraestructura en el país para aminorar su daño al medio ambiente y a la salud, denunciaron grupos civiles.
En días pasados se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la modificación a la NOM-016-CRE-2016 “Especificaciones de calidad de los petrolíferos”, en la que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) permite el uso de mayores concentraciones del químico en las gasolinas que se distribuyen en el país, con algunas excepciones en ciudades donde hay altos índices de ozono, como Guadalajara, Monterrey y el Valle de México.
Ante este panorama, organizaciones de la sociedad civil y expertos enviaron una misiva a la CRE, con copia al Presidente de la República, a Rafael Pacchiano Alamán, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y al Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, donde expresan su desacuerdo por las modificaciones a la norma que incrementa de 5.8 a 10 por ciento el volumen permitido de etanol como oxigenante en el combustible.
Gisselle García, abogada del Centro Mexicano de Derecho Ambiental A.C. (Cemda), explicó que debido a la Reforma Energética, la gasolina con alto grado de etanol será importada principalmente de Estados Unidos, pero también de otras partes del mundo.
El compuesto químico que se le adiciona al combustible, explicó, es alcohol proveniente de maíz mayoritariamente producido en la nación vecina del norte.
A Pemex, por ejemplo, “no le conviene en términos de competitividad y de economía”, dijo, y agregó que la paraestatal no estará “en condiciones” de igualar los precios de las gasolinas, ya que le costaría más producirla.
Stephan Brodziak, coordinador de calidad del aire y seguridad vehicular en El Poder del Consumidor, sostuvo que los cambios a la norma se hicieron “por presión de la industria agrícola de Estados Unidos. México es un mercado súper apetitoso para Estados Unidos en el tema de combustibles […] Le hacen el caldo gordo al Gobierno de Estados Unidos con el Presidente que tiene y aún con las injurias que hace hacia nuestro país y a nuestros connacionales, nosotros le abrimos el mercado de los energéticos”.
Contingencia en la CdMx. Foto: Cuartoscuro
La misiva firmada por Greenpeace México, El Poder del Consumidor, Cemda, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), la Fundación Tláloc, Transita Seguro México, así como el consultor en calidad del aire y cambio climático, Ramiro Barrios, manifiesta la preocupación de que la modificación signifique que se han pasado por alto estudios presentados a lo largo del año que demuestran que con el aumento de etanol existirá un incremento en los niveles de ozono.
Incluso, la propia CRE reconoció hace tiempo que el uso de etanol puede incrementar de manera importante los niveles de ozono en las ciudades y ocasionar mala calidad del aire y, con ello, daños al medio ambiente y la salud de las personas.
“Sorprende que la dependencia [CRE] haga caso omiso de que existen diversas ciudades del país que presentan problemas de calidad del aire y altos niveles de ozono, los cuales afectan de manera significativa la salud y bienestar de la población”, se lee en un comunicado emitido por las ONGs.
A su vez, Stephan Brodziak recordó que la propia Semarnat y Petróleos Mexicanos (Pemex) no estuvieron de acuerdo con permitir la cantidad de etanol mencionada.
MÁS CONTINGENCIAS, MENOS SALUD
Hace casi un año, las ONGs ya habían alertado que de aprobarse dicha norma que de alguna manera remplaza a la 086 en lo relacionado con la calidad de los combustibles, México se convertiría en receptor de los combustibles más sucios, contaminantes e insalubres del mundo, lo que ningún otro país aceptaría.
Las contingencias, alertó la abogada García, podrían aumentar en algunas partes de la República Mexicana y rememoró que especialmente la Ciudad de México tiene un problema “grave” de ozono y que los ocho días de contingencia que se han decretado en el año son prueba de ello.
“La previsión es que van a aumentar las contingencias por ozono donde ya las hay y en ciudades donde antes no existían van a empezar a presentarse”, aseveró.
Brodziak aseguró que deben implementarse sistemas de almacenamiento, distribución y despacho, tanto en la infraestructura de una gasolinera como en los vehículos que utilizarán el combustible con altas cantidades de etanol, ya que deben contar con un sistema de control de emisiones adecuado para hacer frente a la presión de vapor provocada por la mezcla de etanol y gasolina.
“El problema en nuestro país es que no tenemos esa infraestructura instalada, no quiere decir que no se pueda adaptar o que no se pueda invertir, pero al día de hoy, Pemex no la tiene y si quisiera implementarla tendría un costo altísimo. La mayoría de los autos en el país no están suficientemente adecuados para recibir este tipo de combustible y aunque cada año hay más autos nuevos, los autos viejos continúan circulando y son los que más van a contaminar”, indicó.
Sin embargo, aclaró, las organizaciones firmantes no están en contra del etanol per se, pero sí exigen que se realicen los estudios necesarios para determinar si las condiciones de México en cuanto al parque vehicular, de infraestructura y geografía favorecen la implementación del combustible.
“El hacer esto en este momento, es prematuro, es riesgoso porque no hay estudios para determinar cuál es la situación actual con respecto a este tipo de combustible en México”, manifestó.
Sin embargo, las organizaciones hicieron un llamado a la CRE “a retirar la modificación en tanto no se agoten los trabajos de los distintos subgrupos y se trabaje en una norma progresiva, no regresiva como la que hoy se propone”.
“En un mundo ideal, la CRE debería revertir la decisión de modificar, en tanto se tenga la seguridad científica y técnica [de que el combustible será funcional para el país]”, concluyó la representante de Cemda.
Aunque el órgano federal argumentó en el anunció que las modificaciones a la Norma “se fundamentan en estudios realizados por el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) que demuestran que dar la opción de incrementar el porcentaje de etanol en las gasolinas no resulta en combustibles más contaminantes en las regiones fuera de las Zonas Metropolitanas”.
El ozono se forma por la reacción con la luz solar de contaminantes como los óxidos de nitrógeno (NOx) procedentes de las emisiones de vehículos, compuestos orgánicos volátiles (COV), los disolventes y la industria, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los niveles de ozono más elevados se registran durante los periodos de tiempo soleado y el exceso de dicho componente en el aire puede causar problemas respiratorios, asma, reducir la función pulmonar y originar enfermedades pulmonares.
La OMS incluso señala que el ozono es un importante factor de mortalidad y morbilidad [cantidad de personas que enferman en un lugar y un tiempo determinados] por asma. | Sin Embargo