El pasado 5 de mayo, los cuerpos sin vida del destacado catedrático y su esposa fueron encontrados en el interior de su domicilio, en la calle Tabachín, de la colonia Bella Vista, al norte de Cuernavaca, con huellas de haber sido golpeados.
El pasado 12 de mayo, la Fiscalía General del Estado presentó ante un juez de control a los primos Juan Carlos y Antonio Soloya Villalba, quienes presuntamente participaron, junto con un menor de edad, en el homicidio, el cual provocó la conmoción de la comunidad universitaria, que se manifestó en las calles para exigir el esclarecimiento del doble homicidio.
La Fiscalía dijo contar con la declaración de la hermana y prima de los imputados, quien aseguró que ella les entregó las llaves para que los tres jóvenes robaran la casa; pero, al ser sorprendidos, asesinaron a la pareja.
La adolescente dijo que trabajó para el matrimonio como trabajadora doméstica y fue ella quien proporcionó las llaves a sus familiares, ya que sabía que el día de los hechos nadie iba a estar en la casa.
La declaración de la menor fue atacada por la defensa de los imputados, que pidió al juez no tomarla en cuenta porque al declarar ante la Fiscalía tenía que hacerlo en compañía de sus padres o tutor, pero la adolescente es huérfana, y para el abogado de los inculpados carece de validez.
Ayer, en la Sala Uno de Juicios Orales, la menor se presentó a declarar a las 13 horas, pero fue a puerta cerrada, pues no se permitió la asistencia de público.
La audiencia fue presidida por el juez de control de garantías David Ponce González y en la misma estuvieron presentes los inculpados Juan Carlos y Mario Antonio.
El pasado 12 de mayo, el mismo juez de Control otorgó a la Fiscalía un plazo de tres meses para culminar con la investigación del caso.