Cerca de las 20:25 horas, los policías estatales les marcaron el alto a la altura del puente de Huazulco al conductor de una camioneta Jeep Cherokee, en la que viajaba el propio edil, Francisco Javier García González y sus dos guardaespaldas. Al revisar a los tripulantes, los elementos de seguridad de Morelos se percataron que el arma que llevaba uno de los escoltas, no coincidía con las características del permiso de portación de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que exhibió. La pistola que traía consigo era una escuadra marca Beretta, calibre nueve milímetros, abastecido con 15 cartuchos.
El guarura argumentó que momentos antes de abandonar su municipio, se le cayó su arma y se descompuso, por lo que solicitó otra pistola, la Beretta, a la Secretaría de Seguridad Pública de Chilapa, que solo le entregó un documento expedido por la corporación y no por la Sedena. Ante ello, los elementos de Seguridad Pública de Morelos arrestaron al guardaespaldas del alcalde de Chilapa y lo entregaron al Ministerio Público del Fuero Común para enfrentar cargos por el delito de portación ilegal de armas de fuego.