La defensa de César Ruiz Ortega logró que el Tribunal Superior de Justicia del Estado dejara sin efecto la sentencia de 32 años de cárcel que le otorgaron al hombre en primera instancia, al mismo tiempo que los magistrados ordenaron regresar a la etapa del inicio del juicio oral, el cual ayer entró en su etapa final con los alegatos de clausura que presentaron las partes.
El otro supuesto copartícipe del homicidio, Marco Antonio Reyes Antúnez, también logró que el juicio en su contra se regresara a otra etapa a través de un amparo, después de que recibió una sentencia de 30 años.
Ayer la Fiscalía Contra Homicidios, a través de Juan Carlos Vargas, indicó que está acreditado plenamente a través de un vídeo y otras pruebas periciales que el imputado sí participó en el homicidio del policía Lorenzo Arellano Díaz.
La Fiscalía relató que el detenido y dos hombres más participaron el mismo día de los hechos en un asalto a una casa de empeño en la avenida Paseo Cuauhnáhuac, tal y como quedó acreditado en un vídeo que proporcionó la negociación a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
“Y no sólo está el vídeo, sino que se acreditó con testigos que los hombres escaparon a bordo de un taxi Tsuru con matrículas 1766 LTU con dirección a la colonia Bugambilias, en el municipio de Jiutepec”, dijo el ministerio público.
Relató que al llegar a dicha colonia se toparon con el policía, que ya no hacía funciones operativas sino administrativas, pero que al escuchar en su radio que minutos antes tres tipos asaltaron la tienda, les marcó el alto, iniciando así una balacera.
El policía cayó malherido, mientras que los tres sujetos huyeron en el taxi, pero cuadras adelante el conductor Marco Antonio Reyes paró su marcha pues resultó herido, mientras que sus cómplices huyeron.
En el carro la Policía Preventiva de Jiutepec encontró una bolsa que contenía la sudadera gris que el imputado usó durante el asalto, y que al ser analizada resultó con residuos de pólvora, es por ello que la Fiscalía insiste que fue el procesado quien disparó el arma calibre 25 que privó de la vida al guardia.
La defensa por su parte al exponer su teoría del caso en los alegatos, explicó que no hay ni siquiera indicios de que su representado participó en el asalto y homicidio, pues argumentó que el vídeo era deficiente y que no puede ser tomado como prueba.
El fiscal reviró y dijo que en su momento la defensa no alegó la deficiencia del vídeo y que un experto en antropología comparó los rasgos físicos del imputado y encontró que sí participó en el ilícito y que incluso usaba la sudadera gris con una gorra negra y lentes oscuros.
“Ni siquiera se acreditó que la bala calibre 25 fue la que privó de la vida al policía porque la necropsia no lo marca”, decía el defensor, pero el ministerio público dijo que con testigos acreditó que las personas que viajaban en el taxi fueron las que le dispararon al policía.
De hecho, Marco Antonio Reyes al declarar ante el Tribunal culpó a César Ruiz Ortega de ser la persona que disparó el arma calibre 25, pero ayer la defensa alegó que dicha prueba carece de veracidad, pues el testigo lo hizo para evadir su responsabilidad.
Ruiz Ortega fue detenido varios meses después, cuando intentó asaltar a los pasajeros de un camión de la empresa Lasser, pues los pasajeros obligaron al chofer a detenerse frente a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública, en la autopista México-Acapulco, y fue entonces detenido por elementos de la Policía Preventiva Estatal.
El policía asesinado recibió varios reconocimientos por las detenciones que realizó, pero tenía dos años que se desempeñaba en funciones administrativas como mensajero en una motocicleta de la Secretaría de Seguridad Pública.
En este juicio asistieron varios testigos, pero ninguno ubica al imputado en la balacera, pero la PGJE señala que la sudadera gris y el vídeo son fundamentales para constituir la prueba.
Los jueces determinaron que hoy a las 13 horas en la sala 1 de Juicios Orales se determinará si el hombre es o no culpable.
La esposa de la víctima, Alma Rosa Flores, quien asistió a la audiencia de ayer, consideró que el juicio contra los presuntos homicidas de su esposo ha sido injusto, pues los dos imputados han obtenido beneficios de ley, sin embargo consideró que en la sentencia de hoy el indiciado recibirá un fallo condenatorio.
“Y del otro señor mejor ni hablo, pues al ganar el amparo ahora se quiere ir al juicio abreviado para obtener una sentencia de 12 años, pero nadie ha reparado en que mi esposo mantenía tres niños que ahora no tienen a su padre”, concluyó la entrevistada.