Se trata de un hombre y una mujer de la corporación federal que este fin de semana fueron trasladados al centro de arraigo de la colonia Doctores del Distrito Federal de la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales en Delincuencia Organizada (SIEDO), junto con 12 de sus compañeros que continúan detenidos.
Y es que el pasado sábado a las 10:00 de la mañana concluyó el arraigo de 40 días establecido por la Procuraduría General de la República (PGR) en contra de la decena de uniformados y comenzó uno nuevo por otro periodo igual.
Uno de los abogados de estos uniformados, Enrique Mondragón Huerta, aseveró que la defensa de la decena de policías sólo puede aguardar hasta que concluya esta nueva detención.
No obstante, afirmó que espera que el amparo promovido por los litigantes para que puedan acceder al expediente iniciado por la PGR, pueda prosperar, ya que se presume, dijo, que la declaración de los agentes estadounidenses ya fue enviada a la fiscalía por escrito.
Respecto a algunas declaraciones difundidas por la agencia internacional de noticias Associated Press (AP), de altos funcionarios estadounidenses que indican que el ataque de los federales fue directo y que pudo haber estado comandado por integrantes del cártel de los hermanos Beltrán Leyva, el abogado afirmó que hasta el momento no existe ningún fundamento.
ATAQUE EN TRES MARÍAS
Es preciso recordar que fue la mañana del pasado 24 de agosto, cuando los agentes Jess Hood Garner y Stan Dove Boss, así como un elemento de la Secretaría de Marina (Semar), fueron atacados cuando se dirigían al campo de entrenamiento del Capulín municipio de Xalatlaco, Estado de México.
Los oficiales viajaban en una camioneta Toyota con placas de circulación BCM-242 de la embajada estadounidense, cuando fueron interceptados por varios sujetos armados que viajaban en tres vehículos y que abrieron fuego contra ellos.
La persecución se extendió por la carreta México-Cuernavaca, de norte a sur, hasta el kilómetro 53+500, en donde presuntamente fueron emboscados por policías federales, de acuerdo al reporte emitido por la Secretaría de Marina.
Tras el ataque los agentes fueron trasladados a un hospital del norte de Cuernavaca para recibir atención, aunque no se reportaron como graves.
Al lugar arribaron elementos de la Semar para apoyar a los agentes y fueron los mismos marinos quienes afirmaron que los policías federales detenidos (los 12) atacaron directamente a los agentes de la CIA.