De acuerdo a una fuente consultada por La Unión de Morelos, la mujer indígena salió la tarde del pasado lunes del poblado de Cuentepec con rumbo a Tetlama para vender tres comales de barro y así ganarse unos 40 pesos por cada venta.
Familiares de la víctima, domiciliados en la comunidad de Tetlama, indicaron a las autoridades que esa tarde, Ignacia Lara comió con ellos y al terminar la mujer les dijo que “tenía que llegar a su casa para poner los frijoles”.
Como es común para los habitantes del poblado de Cuentepec pedir “aventones” a los automovilistas que circulan por esa zona, ubicada al sur del municipio de Temixco, doña Ignacia subió a un auto que enfiló con rumbo a la Unidad Morelos.
Según la declaración de sus familiares, no se extrañaron que el auto se fuera en dirección contraria al poblado donde vivía la mujer, toda vez que pensaron que quizás el automovilista iba por un mandado y pronto regresaría.
Sin embargo, al cabo de varias horas, sus parientes de Cuentepec notaron su tardanza y les llamaron a los de Tetlama, que refirieron que Ignacia ya se había ido desde hacía varias horas.
Ante la angustia de su ausencia, los familiares iniciaron su búsqueda y fue alrededor de las 10 de la noche del lunes, que el cuerpo de la frágil mujer se encontró sin vida en un camino de terracería.
La Procuraduría General de Justicia (PGJ) del estado informó que la mujer falleció debido a heridas producidas por cuchillo en el cuello y aún desconocen el móvil de su muerte.