De acuerdo con información proporcionada por la Subprocuraduría de Justicia de la región sur del estado de Morelos, la detención de la imputada -María Iveth Pérez Argueta de 38 años de edad, vecina de la Unidad Habitacional “Flores Magón” de Cuernavaca y originaria del Distrito Federal- se efectuó la noche del pasado jueves en Cuernavaca.
El denunciante de nombre Sayer García, quien se desempeña como gerente regional de dicha empresa y además tiene a su cargo diversas sucursales distribuidas en diferentes entidades de la república mexicana, entre ellas la de Jojutla, declaró que el pasado 20 de septiembre de 2010 Pérez Argueta fue notificada sobre una reunión de trabajo en la que habría de estar presente, la cual tendría verificativo al otro día en el Estado de México.
Fue así que el pasado 21 del mismo mes la ahora detenida se comunicó vía telefónica con él manifestándole que no podría asistir a la reunión por problemas de salud; al día siguiente nuevamente se comunicó con él para darle a conocer que le habían extendido una incapacidad por cuatro días, lo que le impediría presentarse a trabajar.
Días después, el pasado 23 la cajera de la sucursal llamó a Sayer García para comentarle que no contaba con las llaves de la bóveda de seguridad para realizar los movimientos requeridos para el funcionamiento del establecimiento. Ante ello, se estableció comunicación vía telefónica con María Iveth Pérez, quien informó que las llaves las había enviado a través de un radio-taxi.
Derivado de esta situación, el gerente regional acudió a la sucursal localizada en Jojutla para realizar una supervisión del negocio y descubrió que existía un faltante de 108 bolsas con contenido de alhajas de oro, con un valor total de aproximadamente un millón 30 mil pesos, por lo que decidió iniciar la denuncia correspondiente ante el agente del Ministerio Público en turno.
Es preciso destacar que en el momento que los efectivos de la Policía Ministerial del Grupo de Aprehensiones realizaban la captura de Pérez Argueta, ésta solicitó el apoyo de un grupo de radio-taxistas que se encontraban cerca, por lo que al menos veinte trabajadores del volante trataron de impedir la acción policial, pero al saber el motivo de la aprehensión optaron por retirarse.