Según las fuentes consultadas por La Unión de Morelos, los hombres habrían recibido una fuerte suma de dinero para que vinieran a liquidar a un sujeto, pero tras balacear la fachada de su casa, este escapó por la puerta de atrás y los acribilló a sangre fría.
Uno de los gatilleros murió en el lugar de los hechos.
Los hechos ocurrieron al filo de las 00:26 horas, sobre la avenida Estado de Puebla esquina con calle Minerías, frente a las instalaciones de la cancha deportiva, donde los vecinos se alarmaron al escuchar fuertes detonaciones producidas por disparos de arma de fuego.
Fue así como dieron aviso a las autoridades policiales entre elementos de la Policía Preventiva estatal, quienes precisamente realizaban recorridos de seguridad y vigilancia por la avenida Estado de Puebla, cuando alcanzaron a escuchar los balazos.
Los elementos detectaron a un sujeto que accionaba un arma de fuego en contra de dos individuos, por lo que de inmediato le marcaron el alto realizando además el resguardo del lugar para preservar la seguridad de cualquier persona que pudiera estar en las inmediaciones y evitar una desgracia mayor.
Los elementos se desplegaron rodeando al individuo, quien al verse copado amenazó a los uniformados con accionar su arma también, pero en una rápida acción los elementos del estado lo obligaron a bajar la pistola para detenerlo.
El hombre es Miguel Gallardo de 33 años de edad, vecino de la colonia Loma Bonita en la misma delegación Lázaro Cárdenas.
Paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), a bordo de la unidad R-05 auxiliaron a Adrián Alfaro “N” de 23 años de edad, de tez morena, 1.80 metros de estatura y complexión robusta, quien presentó cuatro heridas producidas por proyectil de arma de fuego tanto en el cuello como en pómulo derecho y el hombro derecho, por lo que fue trasladado a la sala de urgencias del Hospital General “José G. Parres”.
Autoridades de la Procuraduría General de Justicia se presentaron al lugar de los hechos para realizar las diligencias correspondientes al levantamiento del cadáver de un presunto matón a sueldo guerrerense, un joven de 20 años de edad, de tez blanca y complexión delgada, quien murió de forma instantánea tras haber recibido tres certeros balazos de calibre .380, dos en el tórax y uno en el cuello.