En medio de un fuerte dispositivo de seguridad, desde las 9:00 de la mañana y hasta casi las 17:00 horas de ayer, se llevó a cabo la audiencia de control de detención de Edgar “N”, cuya captura fue calificada como legal por parte del juez especializado.
Además, el juzgador determinó la vinculación a proceso del menor de edad por los delitos de homicidio calificado, delitos contra la salud en su modalidad de transportación de narcóticos, delincuencia organizada y portación de arma de uso exclusivo del Ejército.
Por tal razón, el juez especializado determinó la prisión preventiva para Edgar “N” quien será enviado a un Centro de Ejecución de Medidas (en el viejo sistema penal conocido como Tutelar para Menores) de otra entidad, en tanto se desarrolla su proceso penal, el cual –de acuerdo con el artículo 36 de la Ley de Justicia para Adolescentes de Morelos- debe concluir en sentencia en un plazo máximo de seis meses.
BUSCAN “SALVAGUARDAR SU SEGURIDAD FÍSICA Y MORAL”
De acuerdo con fuentes oficiales, la decisión de trasladar al adolescente a un Centro de Ejecución de Medidas distinto al de Morelos fue para salvaguardar su seguridad física y moral.
A partir de este domingo, el Ministerio Público federal tiene dos meses para llevar a cabo las investigaciones correspondientes, aportar las pruebas necesarias y proceder al cierre de instrucción.
En la hipótesis de que el adolescente sea considerado penalmente responsable de los delitos que se le imputan, su pena máxima sería de tres años de privación de libertad en un centro especializado de internamiento, que se computaría a partir de su detención provisional.
La Ley de Justicia para Adolescentes del Estado de Morelos establece que los jóvenes entre los 14 y 16 años de edad que cometieron conductas antisociales graves serán sancionados hasta con tres años de internamiento, y en el caso de los jóvenes entre 16 años y antes de cumplir los 18 años de edad, la pena máxima será de cinco años de privación de la libertad.
LA HISTORIA DE “EL PONCHIS”
A principios de noviembre, la historia de “El Ponchis” corrió como pólvora en medios de comunicación mexicanos, pero su popularidad creció cuando las agencias internacionales circularon un cable intitulado “Niño sicario de 12 años”.
El sitio Yahoo retomó de inmediato la nota y publicó una foto de un adolescente cuya identidad se desconoce y muchos asumieron equivocadamente que era “El Ponchis”.
La historia surgió a partir de la detención el 29 de octubre pasado de una célula de seis supuestos sicarios del Cártel de Pacífico Sur en el municipio de Jiutepec. De acuerdo con las versiones periodísticas, cuando los elementos del Ejército Mexicano llegaron a la casa de seguridad de los presuntos sicarios vieron salir al menor y lo dejaron ir; sin embargo, en sus declaraciones los detenidos presuntamente aceptaron su responsabilidad en varios homicidios y señalaron que el niño que había huido era el que degollaba a sus víctimas y obedecía órdenes del supuesto líder del CPS en Morelos, Julio Radilla, alias ‘El Negro’
De inmediato, el relato cobró furor en el ámbito internacional y en las redes sociales de la web se generó instantáneamente una sentencia mediática de facto contra el menor.
La noche del 3 de diciembre, el Ejército Mexicano detuvo a “El Ponchis”, presuntamente en posesión de armas y narcóticos, en el Aeropuerto de Cuernavaca cuando pretendía tomar un vuelo con destino a Tijuana (para cruzar la frontera hacia San Diego) junto con sus dos hermanas, también supuestamente involucradas en actividades del CPS como encargadas de tirar los cadáveres.
Entre sus primeras declaraciones, “El Ponchis” dijo haber sido secuestrado y obligado bajo amenaza de muerte por Jesús Radilla, alias “El Negro”, jefe del Cártel del Pacífico Sur (CPS), a formar parte de ese grupo criminal.
Detalló que cursaba el primer año de secundaria cuando ingresó a las filas del CPS, dejó su hogar y decidió vivir en las casas de seguridad de los sicarios, quienes prácticamente controlaban la comunidad de Tejalpa.
El adolescente confesó ser ciudadano estadounidense, dato que fue confirmado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Una de sus hermanas, de 24 años, dijo no estar relacionada con el Cártel del Pacífico Sur y sólo haber acudido al aeropuerto a despedir a sus dos hermanos. En tanto, Isabel, de 19 años, confesó ser amante de Jesús Radilla y haberlo visto por última vez hace una semana tras el aseguramiento de varios sicarios en el club nocturno Fantasy, donde los escoltas de Jesús Radilla abrieron fuego contra el Ejército Mexicano.
Tras su detención, el adolescente fue trasladado a la sede de la Subprocuraduría de Investigación en Delincuencia Organizada de la PGR en la Ciudad de México para rendir declaración y la noche del sábado fue puesto a disposición del Tribunal Unitario de Justicia para Adolescentes, instancia competente para llevar el caso en virtud de que en marzo de 2008 la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que los tribunales para adolescentes de los estados tendrían facultades para conocer los casos de adolescentes que incurran en delitos del fuero federal hasta que el Congreso de la Unión aún no emita la ley federal en la materia. Hasta el momento, los legisladores federales no han aprobado dicha ley.