Por falta de denuncia, quedaron en libertad dos de los tres hombres que estuvieron a punto de ser linchados por vecinos del barrio Gualupita de Cuernavaca. Sin embargo, permanecen hospitalizados debido a los golpes que recibieron al ser retenidos.
De acuerdo con el reporte de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), fue a las 18:00 horas del jueves cuando agentes de la Policía Morelos se enteraron de que varias personas tenían sometido a un individuo, en la calle Del Arco del citado barrio.
En ese lugar, los elementos policiacos observaron a un joven de nombre Fernando “N”, de 25 años de edad, al cual lo tenían amarrado de unos arcos. Esta persona tenía algunos golpes, pero no fue necesario que la trasladaran a un hospital.
Vecinos del sitio aseguraron que ese individuo –junto con otros hombres– se metió a un negocio de venta de productos lácteos, durante la madrugada, de donde sustrajo una báscula, mercancía y dinero.
Tras dialogar, los uniformados convencieron a los vecinos para que les entregaran al joven, quien fue desatado por los policías para bajar al acusado. Después, Fernando “N” fue puesto bajo la responsabilidad del Ministerio Público.
Alrededor de cuatro horas después, reportaron que vecinos del mismo barrio Gualupita habían retenido a dos hombres por presunto robo, a los cuales amenazaban con lincharlos.
En seguida arribaron elementos policiacos, quienes vieron a un individuo golpeado y colgado de un arco y que estaba a punto de desmayarse por la golpiza que recibió. Además, en el piso estaba otro hombre, también golpeado.
Más de 70 vecinos se habían congregado, por lo que los uniformados tuvieron que tranquilizarlos.
Los retenidos eran señalados de haber participado en el robo en una cremería y estarían relacionados con diversos asaltos.
Los agentes policiacos entablaron un diálogo para que el individuo que estaba atado de los pies fuera bajado del arco. Además, ambas personas requerían de atención médica.
Alrededor de las 21:30 horas llegaron paramédicos del Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM), los cuales atendieron a quien dijo llamarse Joel.
Por su parte, el otro individuo –quien estaba severamente lastimado– no pudo dar su nombre; sólo se tomaba la cabeza por el dolor que sentía.
Los socorristas subieron a la ambulancia a estas personas y las trasladaron al Hospital General “José G. Parres” de Cuernavaca.
Pese a los señalamientos, cabe destacar que nadie levantó cargos en su contra.
Las autoridades informaron que no hubo denuncia en el último caso. Ante ello, Joel y el otro hombre saldrán libres una vez que se recuperen de los golpes, que les provocaron fracturas en las costillas.
En torno a estos hechos, vecinos de Gualupita manifestaron que en ese barrio se registran al menos tres robos por semana y por ello decidieron hacer justicia por su propia mano. Asimismo, aseguraron que la próxima ocasión que detengan a un delincuente lo van a quemar.