La mayor reserva geológica de Francia fue creada para proteger “tesoros únicos en el mundo”, como algunas de las huellas de dinosaurios mejor preservadas que hayan sido encontradas jamás.
Es lo que en Francia se ha dado en llamar “la playa de los dinosaurios”, porque efectivamente hace 140 millones de años las 800 hectáreas del parque de Crayssac dans le Lot (a un lado del río Lot), había un mar y una playa donde decenas de dinosaurios dejaron su impresión.
Hay registro de restos fósiles de una treintena de animales, incluyendo los dinosaurios y los pterosaurios, que podrían alcanzar el tamaño de un pequeño avión.
Entre otras cosas, esas huellas han permitido entender que los pterosaurios –que según los científicos son impropiamente llamados también “pterodáctilos”– caminaban a cuatro patas, no en dos “como vulgares pollos”, según el guía Alexandre Itier, como se ha creído por años.
Los sitios geológicos no tienen el mismo grado de protección que las reservas arqueológicas, y en el caso de Crayssac, la reserva incluye 59 grupos de sitios e incluye a 21 comunas.
“Esta es la mayor reserva geológica nacional de Francia”, explicó Jean Pascal Salambehere, a cargo de la Dirección Regional del Medio Ambiente, la organización oficial que dio marco jurídico a la reserva.
La determinación dará protección legal y permitirá acciones para proteger los restos de posibles saqueadores o simples coleccionistas de recuerdos.
De hecho, uno de los momentos amargos fue cuando se logró el arresto de un saqueador y no se le castigó sino con una pequeña multa, recordó Itier.
La composición química del suelo, rica en fosfatos, permitió una excelente preservación de los restos fósiles y por ejemplo, hizo posible hallar una salamandra momificada, con los órganos sexuales intactos y restos de comida en el sistema digestivo.
Permitió encontrar los bien preservados restos de un carducoterio, una especie de rinoceronte primitivo, sin cuernos. | Excélsior