El presidente estadounidense, Joe Biden, pidió al Congreso que actúe “ahora” para restringir la circulación de armas de fuego en Estados Unidos, tres años después del tiroteo en el instituto de Parkland, en Florida.
Biden pide acabar con la violencia
“Tomaremos medidas para acabar con nuestra epidemia de violencia con armas de fuego y hacer que nuestras escuelas y comunidades sean más seguras”, dijo el presidente demócrata en una declaración con motivo del aniversario del ataque, que dejó 17 muertos el 14 de febrero de 2018.
“Pido al Congreso que promulgue reformas de sentido común en materia de armas”, dijo Biden, pidiendo que se exija la comprobación de antecedentes de los compradores “para todas las ventas de armas”, y que se prohíban los rifles de asalto y los cargadores de alta capacidad.
Para Biden, es necesario “poner fin a la inmunidad de los fabricantes de armas que ponen armas de guerra en las calles”, y “el momento de actuar es ahora”.
Por su parte, la líder de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, aseguró: “Promoveremos estos y otros proyectos de ley para salvar vidas y ofreceremos el progreso que la comunidad de Parkland y el pueblo estadounidense merecen y exigen”.
Los demócratas tienen una estrecha mayoría en el Senado, pero necesitarán al menos 10 republicanos para aprobar estas leyes, lo que parece difícil en este momento.
A tres años del tiroteo en Florida
En 2018, el día de San Valentín, Nikolas Cruz, de 19 años, abrió fuego en el instituto Marjory Stoneman Douglas, en el sureste de Florida, matando a 14 estudiantes y tres profesores antes de ser detenido.
Expulsado de la escuela el año anterior por “razones disciplinarias”, pudo obtener legalmente un rifle de asalto semiautomático a pesar de sus antecedentes psiquiátricos.
Pese a la movilización sin precedentes de los estudiantes de la escuela secundaria de Parkland por un control más estricto de la venta de armas, el entonces presidente republicano Donald Trump se negó a considerar la prohibición de los rifles de asalto.
Desde hace años, Estados Unidos vive asesinatos en masa, regularmente en escuelas, centros comerciales, empresas o lugares de culto.