El presidente Joe Biden rescindió una regulación, conocida como "Ciudad de México", que prohibía que la ayuda exterior de Estados Unidos se utilizara para llevar a cabo abortos o para promoverlos. Su decisión, aunque esperada, fue celebrada por los defensores del derecho al aborto y por algunos grupos humanitarios, mientras que fue criticada por los grupos que están en contra de la interrupción del embarazo.
La medida también incluye la restauración del financiamiento estadounidense al Fondo de Población de las Naciones Unidas y retira a Estados Unidos de un acuerdo internacional que promueve políticas contra el aborto. El decreto de Biden se produjo menos de una semana después de que asumió el cargo y cumple con una promesa de campaña para revertir una política que mandatarios republicanos anteriores, incluido su predecesor Donald Trump, habían implementado inmediatamente después de tomar posesión.
La política —conocida como la regla de la “Ciudad de México” por el lugar donde se anunció por primera vez en una conferencia internacional sobre población, o como la “regla de la mordaza global”— ha sido una pelota de ping-pong política, que ha rebotado una y otra vez entre presidentes republicanos y demócratas desde que se promulgó en 1985 durante el segundo mandato del presidente Ronald Reagan.
“Estas excesivas condiciones sobre la ayuda exterior y para el desarrollo socavan los esfuerzos de Estados Unidos para fomentar la igualdad de género a nivel mundial, al restringir nuestra capacidad para apoyar la salud de las mujeres y los programas que previenen y responden a la violencia de género”, dijo Biden en un memorando enviado a su gabinete.
“La expansión de la política también ha afectado todos los demás ámbitos de la asistencia sanitaria mundial, limitando la capacidad de Estados Unidos para trabajar con socios locales de todas partes del mundo e inhibiendo sus esfuerzos para hacer frente a graves desafíos sanitarios como el VIH/sida, la tuberculosis y la malaria, entre otros”, señaló. “Ese tipo de restricciones sobre la asistencia sanitaria mundial son particularmente dañinos teniendo en cuenta la pandemia de la enfermedad por el coronavirus de 2019”.
El mandatario también anunció la decisión de restaurar el financiamiento al Fondo de Población de la ONU, al que Trump había puesto fin por el supuesto apoyo de la organización a abortos forzados y esterilizaciones en China. El fondo ha negado esas acusaciones. El año previo a que Trump retirara el financiamiento, Estados Unidos había proporcionado 69 millones de dólares al fondo.
Además, Biden instruyó al Departamento de Estado y al de Salud y Servicios Humanos que se retiraran del llamado Consenso de Ginebra, un documento firmado en octubre de 2020 por 34 países que buscan promover políticas contra la interrupción del embarazo y otras denominadas “pro-familia” a nivel mundial. El consenso había sido copatrocinado por Estados Unidos y fue firmado por varias naciones que los críticos consideran antidemocráticas o autoritarias.