Una de las principales vacunas experimentales contra el COVID-19 en el mundo, la de Oxford y AstraZeneca, produjo una respuesta inmune tanto en adultos jóvenes como en personas mayores, lo que mejora las expectativas de hallar una fórmula para terminar con la crisis sanitaria y frenar la destrucción económica ocasionada por la pandemia.
La vacuna, desarrollada por la Universidad de Oxford, también genera menores efectos adversos entre las personas mayores, dijo este lunes la farmacéutica socia AstraZeneca Plc , que ayuda a manufacturar las dosis.
Una vacuna que sea efectiva podría cambiar la panorama en la batalla contra el coronavirus, que ha causado la muerte a más de 1.15 millones de personas en el mundo, ha paralizado vastas áreas de la economía mundial y ha transmutado el estilo de vida de miles de millones de personas.
“Es alentador ver que las respuestas de inmunogenicidad fueron similares entre los adultos mayores y los más jóvenes y que la reactogenicidad -la propiedad de una vacuna de ser capaz de producir reacciones adversas comunes- fue menor en los adultos mayores, donde la gravedad de la enfermedad COVID-19 es mayor”, dijo un portavoz de AstraZeneca.
“Los resultados reúnen un conjunto de pruebas que demuestran la seguridad e inmunogenicidad del AZD1222”, añadió.
Se espera que la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford sea una de las primeras en obtener la aprobación de reguladores en el Hemisferio Occidental, junto con las candidatas de otras gigantes en la industria como Pfizer y BioNTech.
Si resulta efectiva, la vacuna podría permitir al mundo retomar ciertos niveles de normalidad después de un año tumultuoso debido a la pandemia.
El secretario de Salud británico, Matt Hancock, dijo que la vacuna todavía no estaba lista pero que su cartera estaba preparando la logística para el posible despliegue de la inmunización en el primer semestre del 2021.
“No lo descarto pero no es la principal expectativa”. “El programa está progresando bien, (pero) aún no hemos llegado”, indicó Hancock.