La noticia de la enfermedad desarrollada por una participante del ensayo de la vacuna contra COVID-19 de AstraZeneca llevó a algunos voluntarios del ensayo de la vacuna de Johnson & Johnson en España a abandonar el proceso, anunció el investigador principal del proyecto.
Aun así, el ensayo cuenta con suficientes voluntarios de reserva para continuar con normalidad, indicó el investigador principal Alberto Borobia.
"Nos ha afectado en parte porque sí que es verdad que esta noticia (...) hizo que voluntarios que teníamos en el estudio retiraran su consentimiento", relató Borobia en la entrevista, quien no precisó cuántas personas habían abandonado el grupo.
"Pero nos ha afectado poco, porque al final ha sido tal el número de voluntarios que se han ofrecido (...) que tenemos un nutrido grupo de voluntarios reserva", añadió.
La noticia pone de relieve el reto que supone para los fabricantes de medicamentos el ensayo de posibles vacunas para contener la pandemia en un enorme ensayo público.
Las farmacéuticas a menudo interrumpen sus ensayos mientras prueban los medicamentos, pero normalmente no lo hacen público.
El ensayo de la vacuna de AstraZeneca se suspendió a nivel mundial el 6 de septiembre después de que se informara de la aparición de una enfermedad en un solo voluntario en el Reino Unido sin que se conociera el motivo.
Los ensayos se reiniciaron en Reino Unido y Brasil el lunes tras obtener el visto bueno de los reguladores británicos, si bien siguen en suspenso en Estados Unidos.
Janssen, la unidad belga de Johnson & Johnson, comenzó el lunes la fase II de sus ensayos de su vacuna de covid-19 también se están llevando a cabo ensayos en Países Bajos y Alemania, con un total de 550 participantes.