El presidente estadounidense, Donald Trump, tuvo que interrumpir abruptamente una conferencia de prensa televisada en la Casa Blanca el lunes por la tarde, y un agente del servicio secreto le escoltó fuera de la sala de prensa. A su regreso, minutos después, el mandatario explicó que se habían producido unos disparos en el exterior del edificio, pero que todo estaba “bajo control”.
“Ha habido unos disparos y alguien ha sido trasladado al hospital”, ha dicho Trump. Agentes del Servicio Secreto, ha explicado, ”han disparado a un sospechoso” que, según ha dicho el presidente, estaba armado. Ninguna otra persona, según Trump, ha resultado herida.
Los disparos se produjeron pasadas las cinco de la tarde (hora local) a pocas manzanas de la Casa Blanca, según confirmó en Twitter el Servicio Secreto, y los agentes aún intentaban determinar el lunes cuáles eran las intenciones del sospechoso. Este fue trasladado a un hospital, tras sufrir heridas muy graves, según el departamento de bomberos. Las autoridades no aclararon cuál fue el detonante del altercado.
El presidente, que estaba dando una conferencia de prensa sobre la crisis del coronavirus y la economía, aseguró que no perdió la calma.
“¿Parezco nervioso?, preguntó a los periodistas. “Es una pena, pero el mundo siempre ha sido un lugar peligroso”, zanjó.