La Organización del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés) analiza los datos de la gran explosión que el martes causó más de cien muertos en Beirut, registrada en diversas estaciones de su red internacional de medición.
“Nuestros equipos están estudiando los datos”, confirmó a Efe hoy en Viena Gill Tudor, portavoz de la CTBTO, un organismo del sistema de Naciones Unidas con sede en la capital austríaca.
La enorme detonación fue registrada por el Sistema Internacional de Vigilancia (SIV) de la organización, una red mundial de instalaciones de vigilancia sismológica, hidroacústica e infrasónica.
Si bien su fin es detectar posibles explosiones nucleares y obtener pruebas de que se han producido, la red detecta y localiza también la energía liberada por una explosión, ya sea nuclear o no, o por un fenómeno natural producido en el subsuelo, bajo el agua o en la atmósfera.
De momento, tal y como comunicó el martes por la noche el secretario ejecutivo de la CTBTO, Lassina Zerbo, en su cuenta de Twitter, los expertos analizan sobre todo los datos de dos estaciones, una en Alemania y otra en Túnez, destacó Tudor.
“El SIV detectó fuertes señales de una gran explosión en Beirut” el 4 de agosto de 2020 a las 15.05 GMT en las estaciones infrasónicas I48TU de Túnez y 126DE de Alemania”, indicó Zerbo en su tuit.
“Analistas continúan revisando los datos. Nuestros pensamientos están con las muchas víctimas que causó la explosión. Solidaridad con el Líbano”, concluye el breve mensaje.
Hasta ahora, no hay indicios de eventuales materiales nucleares en la explosión, ni parece probable, confirmó la portavoz.
No obstante, admitió que la organización no está aún en condiciones de descartar al cien por cien tal eventualidad, dado que verificar la presencia de radionúclidos requeriría más tiempo, mientras que la detección de la explosión en sí misma por la red se produce de forma inmediata.
Según indicó el primer ministro libanés, Hasan Diab, en una reunión con el presidente de la República, Michel Aoun, un cargamento de nitrato de amonio de 2.750 toneladas sin custodiar fue la causa de la explosión, aunque se desconoce el origen.
Al menos cien personas perdieron la vida y unas 4.000 han resultado heridas por la deflagración.