El presidente de Bolivia, Evo Morales, renunció al cargo este domingo con la intención de facilitar la pacificación de su país, que vive en convulsión social poco después de que la OEA pidiera nuevas elecciones por irregularidades en los comicios presidenciales del 20 de octubre.
“Estoy enviando mi carta de renuncia a la Asamblea Legislativa de Bolivia”, dijo el mandatario en la televisión nacional.
“Les pido que dejen el ataque a las hermanos y hermanas, dejen de quemar y atacar”, dijo.
Horas antes, el comandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia, Williams Kaliman, pidió al mandatario su renuncia para recobrar la paz después de semanas de violentas protestas tras cuestionada contienda presidencial.
“No estoy escapando”, dijo Morales, al tiempo que recalcó su postura de que ha sido víctima de un golpe de Estado. "No hay motivos para escapar porque no he robado nada a nadie. Miles y miles de obras, gracias al crecimiento económico logrado, avalan nuestra gestión”, agregó.
En su mensaje a la nación para explicar su renuncia y la de su compañero de fórmula y gobierno, el exvicepresidente Álvaro García Linera, Morales subrayó que dejan una Bolivia liberada, un país con futuro, y alertó: “seguiremos luchando con el pueblo para que no se nos caiga Bolivia”.
"La lucha sigue", precisó el exmandatario.“El imperialismo es causa de males, no solución. Que no vuelvan las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) a Bolivia”, añadió.
Detalló que su renuncia va dirigida a evitar que su familia y las de sus correligionarios sigan siendo amenazadas y amedrentadas, e instó a sus opositores a que no destruyan todo lo conseguido en materia de justicia económica, crecimiento y reducción de la pobreza.
Se espera que la renuncia de Morales ponga fin a casi tres semanas de inestabilidad postelectoral, tras la denuncia opositora de fraude en los comicios del 20 de octubre. Una auditoría de la OEA dictaminó la existencia de irregularidades en el ejercicio y recomendó un nuevo proceso electoral, imparcial e independiente.
Morales anunció en la mañana la realización de nuevas elecciones bajo una autoridad electoral renovada, pero luego de que comenzaran a sucederse una serie de renuncias de sus partidarios y los jefes de las fuerzas armadas y la policía le retirasen su apoyo y le instasen a renunciar, optó por abandonar definitivamente la Casa Grande del Pueblo, actual sede presidencial.
Antes de que Morales terminara su declaración, en La Paz y en otras ciudades se escucharon bocinazos de la gente que salía a festejar a la calle con banderas bolivianas.
Morales, el primer presidente indígena, estuvo en el poder 13 años y nueve meses, el mandato más largo de la historia del país.
Con información de Notimex*