Amélie de Montchalin, secretaria de Estado de Asuntos Europeos, dijo que el objetivo es crear un mecanismo de cooperación para el patrimonio europeo en peligro.
Ante la solidaridad que ha despertado el incendio de Notre-Dame, el presidente francés, Emmanuel Macron, quiere impulsar una iniciativa europea para proteger de siniestros el patrimonio histórico del continente, informó ayer el periódico francés Journal Du Dimanche.
La lección fue dura: faltan medidas de salvaguarda patrimonial. El New York Times lo explicó claramente, el pasado 17 de abril: Notre-Dame era una trampa de yesca. Con 'El Bosque', ese gran entramado de madera que recubría el techo, donde se acumulaban polvo y residuos altamente flamables, la catedral parisina no tenía más protección que detectores de humo. Carecía de muros tratados que segmentaran el espacio en los vulnerables altos para resistir y contener un posible fuego. Tampoco contaba con un sistema de dispersión de agua en su interior.
Notre-Dame no es la única construcción histórica que carece de suficientes medidas de seguridad en la Unión Europea. Es así que el 3 de mayo próximo, Macron buscará reunir en la capital francesa a los ministros de Cultura y de Relaciones Exteriores de la región para discutir la iniciativa.
“(El objetivo) es crear un mecanismo de cooperación para el patrimonio europeo en peligro”, dijo al diario francés la secretaria de Estado de Asuntos Europeos, Amélie de Montchalin. La medida permitiría, por ejemplo, facilitar el préstamo entre países afiliados de materiales de apoyo y asistencia en caso de emergencia, como aviones cisterna.“Podríamos imaginar una red de expertos que se pongan a disposición en función de las necesidades”.
Mientras tanto, marinos del portaaviones francés Charles-de-Gaulle rindieron ayer en alta mar un homenaje a la Catedral, al formar en cubierta la imagen de su fachada, con la palabra París. | El Financiero