TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis.- La Fiscalía General del estado dio un giro a la investigación sobre la muerte del ciclista alemán, Holger Franz Hagenbusch, al comprobar que su cadáver presentó un orificio en el cráneo producido presuntamente por un arma de fuego, hecho que derrumba la tesis inicial oficial del deceso por accidente.
Así lo dijo hoy el fiscal para la Investigación de Delitos de Homicidio, Luis Alberto Sánchez Sánchez, quien recordó que primero fue hallado el cuerpo del ciclista polaco Krzysztof Chmielewski, que está “más completo” que el del alemán.
Según la autoridad, el primer cadáver presentó traumatismo craneoencefálico severo por causa “a determinar”, aunque adelantó que el objeto con el que lo golpearon fue “muy contundente” y le dejó “la cabeza está destrozada”.
Sobre el cuerpo del polaco encontraron solo la bicicleta del ciclista alemán, quien hasta el 26 de 26 abril no se sabía nada de su paradero.
El hallazgo del cadáver del polaco ocurrió cuando un lugareño reportó el hecho e indicó que estaba a unos 50 metros en una barranca en el kilómetro 158 entre San Cristóbal y Ocosingo, en el tramo conocido como La Ventana.
En cuanto al cuerpo del ciclista alemán, la autoridad detalló que el cráneo presentaba un orificio de disparo de arma de fuero en la región occipital, de abajo hacia arriba, que entró a la altura de la oreja izquierda y salió arriba de la oreja derecha.
Sánchez Sánchez reconoció que, si bien se precipitaron, en un primer momento se creyó que el deceso de ambos ciclistas pudo ser por un accidente carretero. Sin embargo, al encontrar el segundo cuerpo hallaron evidencias de un doble crimen.
El funcionario expuso que quienes les dieron muerte intentaron aparentar un presunto accidente y no un robo que, ahora se considera un “doble homicidio doloso e intencional”. Además, descartó que el doble crimen fuera una acción de la delincuencia organizada. De hecho, aseguró que fue “un hecho aislado”.
Sin embargo, dijo que se tiene mapeada la zona para indagar quiénes fueron los agresores. Comentó que podrían ser pobladores de la misma región, por lo que un equipo de investigadores rastrea la zona.
El fiscal explicó que el pasado martes 8 llegó a la zona personal de la embajada de Alemania, mismo al que le dieron acceso al expediente del caso y recorrió el lugar donde ocurrió el doble crimen.
Además, se siguen buscando evidencias que ayuden a dar con los presuntos responsables; por ello, cuadrillas de investigadores están destacamentadas en la zona para buscar rastros y evitar que curiosos alteren la escena del crimen.
La travesía de Holger Franz
Hasta Chiapas viajó Reiner Hagenbusch, hermano del ciclista alemán asesinado, quien en todo momento -dijo el fiscal-, tiene acceso a las investigaciones por ser el primer e inmediato interesado en que el crimen no quede impune.
El hermano de Holger Franz dijo en entrevista que éste decidió salir de un pequeño pueblo del centro de Alemania en el 2014 para recorrer en bicicleta parte de Asia. El primer país que eligió fue Irán, donde esperaba estar medio año.
Sin embargo, regresó a casa porque su padre falleció. Luego, vendió una casa y con ese dinero se fue de viaje. Además de Irán, estuvo en Irak, estuvo en Azerbaiyán, el Tíbet, China, Indonesia y Vietnam. Viajó en un barco de carga desde Shangai hasta Alaska. Luego se fue por Canadá y viajó hasta Estados Unidos. En diciembre del año pasado llegó a la frontera norte de México, donde empezó su viaje hacia el sur.
Reinier aseguró que el plan de su hermano era llegar a La Patagonia, para después tomar otro barco de carga rumbo a Sudáfrica, donde esperaba subir por todo el continente africano rumbo hasta regresar a su casa.
“Su camino acabó en Chiapas, pero no fue culpa del pueblo de Chiapas. Fue culpa de la gente loca que secuestró a mi hermano y a su compañero de viaje”, dijo.
El entrevistado agregó que el 28 de abril se enteró de la desaparición de su hermano debido al mensaje de un amigo que Holger hizo en Chiapas. Fue así como empezó a hacer llamadas a la Embajada de Alemania en México y decidió viajar a territorio chiapaneco para buscar a su hermano y cumplir la orden que le dio su madre: “Encuentra a mi hijo y tráemelo a Alemania”.
Según Reiner, hasta la desaparición de su hermano, él no tenía ni la más remota idea de dónde quedaba México ni cómo era su gente. Sólo sabía que este país fue sede de un mundial de futbol en 1970.
Ahora, añadió, está sorprendido por las muestras de cariño y apoyo que ha recibido de todos los interesados en que el crimen de su hermano se esclarezca, como la comunidad de ciclistas en Chiapas y en todo México.