El único hijo del matrimonio entre Trump y su esposa Melania, de 11 años de edad, ingresará en la escuela privada de St. Andrew’s Episcopal School de Potomac, en el vecino estado de Maryland.

Los padres de los estudiantes de este centro, que imparte clases a niños desde la guardería hasta grado 12, el último previo a la escuela secundaria, habían pedido información a la escuela por los rumores y los temores sobre la seguridad, algo que la dirección confirmó este lunes.

La primera dama, Melania Trump, emitió un comunicado en que el asegura que les atrajo la misión de la escuela de “inspirar a cada niño en una comunidad dedicada a la enseñanza excepcional, el aprendizaje y el servicio”.

La escuela, situada a una media hora en automóvil de la Casa Blanca, es una de las más exclusivas de la zona de Washington con un costo anual que ronda los 40,000 dólares por estudiante.

El centro presume de que todos sus estudiantes ingresan en las mejores universidades del país al tiempo que aplican innovadoras técnicas de enseñanza, muchas de ellas relacionadas con investigación sobre desarrollo y potenciación cerebral.

La escuela, que tiene menos de 600 estudiantes desde guardería hasta los 18 años, cuenta con unas instalaciones propias de una pequeña universidad, con una completa biblioteca, estudios de arte, dos campos reglamentarios de baloncesto, béisbol, lacrosse o futbol.

Barron compartirá clase con unos 10 compañeros, un tamaño de clase pensado para sacar el mayor potencial posible de los estudiantes y ayudar a aquellos con problemas de aprendizaje.

Esta será la primera vez que St. Andrew’s Episcopal School tiene entre sus estudiantes al hijo de un presidente. Anteriormente, el matrimonio de los Clinton y los Obama (que al contrario que los Bush tenían hijas en edad escolar) enviaron a sus hijas al reputado Sidwell Friends, con sedes en Washington y Maryland.

Melania y Barron han vivido hasta ahora en Nueva York, con el objetivo de que el joven finalizase su año escolar en su escuela privada del exclusivo Upper West Side neoyorquino.

Según informó el diario New York Post, el pasado miércoles Barron invitó a unos 80 compañeros de su colegio a la Casa Blanca, donde se reunieron con el presidente Donald Trump y pasaron una jornada en la capital estadounidense.