A través de Twitter, el nuevo mandatario estadounidense hizo el anuncio de la que fue una de sus mayores promesas de campaña.
Esto fue confirmado por dos funcionarios que insistieron en guardar el anonimato para poder confirmar los planes antes de que Trump haga el anuncio oficial.
Big day planned on NATIONAL SECURITY tomorrow. Among many other things, we will build the wall!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 25 de enero de 2017
Se espera que el presidente firme la autorización para las primeras acciones durante una visita al Departamento de Seguridad Nacional.
Aunque se desconocen los detalles específicos de las órdenes de Trump, los dos funcionarios dijeron que las acciones de este miércoles estarían enfocadas en parte en los planes del presidente de construir un muro a lo largo de la frontera sur. Ha insistido en que México lo pagará, aunque el gobierno mexicano ha afirmado reiteradas veces que no será así.
Trump se reunirá con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto en la Casa Blanca la semana próxima.
El gobierno de Trump también debe apegarse a un tratado firmado hace décadas con México que limita dónde y cómo pueden construirse estructuras a lo largo de la frontera. Dicho tratado de 1970 requiere que las estructuras no alteren la corriente de los ríos, los cuales definen la frontera entre los dos países a lo largo de Texas y en 38 kilómetros de Arizona, de acuerdo con la Comisión Internacional de Límites y Aguas, una agencia conjunta mexicana-estadounidense que administra el tratado.
También, Trump prometió en su campaña hacer más estrictas las políticas migratorias de Estados Unidos, incluido el refuerzo de la seguridad fronteriza y frenar el flujo de refugiados. Exhortó también a detener el ingreso a territorio estadounidense de personas provenientes de países musulmanes, pero posteriormente modificó esa política a un enfoque sobre lo que llamó una "verificación de antecedentes extrema" de los individuos que vienen de naciones vinculadas al terrorismo.
Como mandatario, Trump puede utilizar una orden ejecutiva para detener la admisión de refugiados. El presidente George W. Bush utilizó ese mismo poder inmediatamente después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. La investigación de antecedentes de refugiados fue renovada y el proceso fue reiniciado varios meses después.