El primer torneo en el que participó lo hace a dicha edad, sorprendiendo a propios y extraños pues logró estar en la séptima posición de la competencia, siendo todo un novato. Es un niño como todos, juega con sus amigos, va a la escuela, pero es muy dedicado a su deporte. En ocasiones no quiere ir a entrenar y ha pensado en dejar todo atrás, pero siempre mira hacia adelante, ve su retrato familiar y recuerda el objetivo.
Dedicarse a los campos de golf es una tarea difícil, entrenar cuatro horas diarias forma su carácter, evita distracciones fortalece el objetivo y estar con su familia forja su sueño. Las satisfacciones son las mejores herramientas que puede obtener, ser reconocido y recibir más que un simple consejo por la ex número uno del mundo Lorena Ochoa, lo ha motivado para seguir en el camino.
“Moi” como le dicen sus amigos y familia, es muy singular por su forma de pensar y ver la vida, al mismo tiempo que lo hace para jugar golf.
Durante la plática que esta casa editorial sostuvo con el pequeño golfista, se dejaba ver una inmensa sonrisa en el rostro de Don Lorenzo, su papá, al igual que en su hermana y en su madre, que siempre lo han apoyado, ellos se muestran muy contentos por el desarrollo deportivo y personal del pequeño.
El mejor golfista para Moisés es su padre, pero dejó entrever que sueña con ser el número uno del mundo en la PGA. Sabe que no es cosa fácil, pero como dice aquel viejo dicho, en la vida se reconoce el esfuerzo y se premia el resultado.