Cuando Pumas Acatlán perdía a su QB por lesion, los focos rojos se encendieron mientras el júbilo se apagaba. Y es que no tener un jugador suplente en esa posición, es uno de los grandes riesgos que tomó su entrenador en jefe Sergio Olvera y que en uno de los juegos más importantes de la temporada apareció junto al gran reto de tener que tomar decisiones rápidas y efectivas.
Sin Joaquín Báez, Pumas Acatlán apenas ganaba 3-0, marcador con el que se fueron hasta el último cuarto, luego de que Linces morelense ya había desaprovechado un intento de gol de campo de 32 yardas totales, además de haber entregado en tres ocasiones el balón.
Al final del tercer cuarto reapareció Báez con todo y su problema en el hombro derecho y comenzó a mover de nuevo a la ofensiva acatleca, para que en el último periodo comenzaran a definir el partido gracias a un acarreo de Alejandro Consuelos de 7 yardas que colocaba el 10-0 parcial.
Finalmente, Báez conectó en pase de 22 yardas con el hombre que lo había sustituido, Fernando Mayorga, para definir el 16-0 con el cual avanzaron a la gran final, ya que fallaron el punto extra.