El aficionado de hueso colorado del Zacatepec contó a La Unión de Morelos cómo vivió el descenso de la escuadra morelense hace 35 años, en el “Coruco Díaz”.

El fiel aficionado cañero Jorge Martínez vivió en carne propia el descenso del Zacatepec en el año 1985. Sus ojos se le cortaron, se le veían un poco llorosos, su mirada triste. Fue lo que reflejó el seguidor morelense cuando recordó aquel partido entre cañeros y necaxistas, que disputaron la permanencia en la Primera División en mayo de 1985.

Al final de la década de los 70 Jorge Martínez comenzó a apoyar y asistir al “Coruco Díaz” para alentar al Zacatepec. Cada 15 días junto con sus hermanos asistía a la selva cañera para ver jugar al equipo de sus amores.

Este día se cumplen 35 años de aquel descenso de Zacatepec a Segunda División y uno de los miles de aficionados que fue testigo del último partido de Zacatepec en el máximo circuito fue Jorge Martínez Macedo. 

“Ese partido fue de mucho nerviosismo, tenso, de mucha pasión, pensaba que Zacatepec iba a sacar el partido, venía perdiendo 2-1 y el gol allá en el Azteca lo metió Urueta. Me acuerdo que cuando salió el equipo a la cancha todos los aficionados estábamos con esa ilusión de salvarnos, pensábamos que iban a remontar. Como al minuto 15 o 20 del lado de sol, Adrián Chávez le detuvo el penal al “Harapos” Morales, ahí la ilusión se vino abajo, los jugadores se cayeron moralmente. La tribuna ya estaba ardiendo, los jugadores estaban desesperados. Recuerdo cuando Rojas Soroa empieza con la pelea, cuando empiezan los golpes, tengo muy grabada la imagen de Norberto Outes (delantero de Necaxa), cuando la gente empezó a entrar al estadio (a la cancha) estaba muy espantado, estaba en shock. Solo vi que se echó a correr a los vestidores. Me acuerdo cuando un señor estaba tumbando la portería, la cargaron y se la llevan al otro lado de la cancha, duró un rato la bronca. Tardamos en salir del estadio, hasta que se calmó todo.

Me da tristeza, lo he querido volver a ver en primera división, esa es la ilusión, te decepcionas, ahorita ya desapareció” externó Jorge, de 54 años, quien además de vivir el descenso en 1985 le tocó presenciar uno más en 1983 ante Morelia, en el estadio Azteca.