Maradona, entrenador de Dorados, captó la atención durante la visita de sus dirigidos al estadio “Agustín ‘Coruco’ Díaz”.
Diego Armando Maradona fue el centro de atención del juego entre Atlético Zacatepec y Dorados de Sinaloa, en el estadio “Agustín ‘Coruco’ Díaz”, que registró una entrada de más de ocho mil personas.
La presencia del astro argentino en tierras cañeras obligó a la directiva a tomar medidas de seguridad extraordinarias, tales como colocar vallas alrededor del terreno de juego y asignar personal de seguridad en la banca visitante. Maradona fue intocable.
Todos buscaron el mejor asiento, el mejor ángulo para llevarse la foto del argentino, quien recorrió la “alfombra verde” del “Coruco” a paso lento y saludó a los aficionados locales.
Antes de iniciar el duelo se tomó el tiempo de saludar a todos los jugadores de la banca de Zacatepec y a Ricardo Valiño, técnico de los morelenses.
En el transcurso del juego se mantuvo tranquilo, aunque desde el banquillo demostró su conocida pasión por el deporte que lo llevó a la cima del éxito como jugador.
Al medio tiempo, retumbó en la tribuna: “¡boludo!, ¡boludo!”, pero el “10” ni se inmutó.
El complemento se repitió la película y Maradona dio indicaciones a sus dirigidos. Cuando cayó el tanto de Córdoba, salió de su banca a festejar con euforia el gol que a la postre significaría la victoria.
Desde su llegada al Ascenso MX, el argentino ha dirigido cuatro encuentros a los de Sinaloa, con saldo de tres victorias y una derrota.