Por el momento no tiene la residencia autorizada, este documento que le daría el permiso de jugar por un año no ha podido ser tramitado el Club Central Córdoba. La complicación es porque el equipo no está reconocido en migración como requirente, lo que indica que no puede contratar jugadores extranjeros. Por lo cual, al parecer, se le extenderá contrato por parte de otra escuadra, la cual posteriormente lo traspasará en calidad de préstamo al conjunto rosarino, con el que ya tuvo oportunidad de jugar, por medio de un permiso que se otorgó por espacio de 15 días.
Esto debe darse en estos días, mientras tanto el jugador morelense continúa entrenando con el fin de estar listo, para cuando sea requerido por el entrenador y así seguir demostrando que es un elemento que puede ser confiable para el objetivo que existe en este equipo argentino.
“Me siento incómodo por esta situación. He estado trabajando fuerte, con la finalidad de entrar en el sistema de juego que busca el entrenador Marcelo Vaquero, y este alto me desespera porque empezaba a tomar mi ritmo. Sin embargo, espero que esta misma semana se resuelva la situación y pueda volver a tener acción”, dijo el futbolista, que llegara a Argentina después de haber jugado con el Dorados Los Mochis.
Por último señaló: “me he sentido a gusto en este país, aunque tuve que sufrir un poco por el clima frío, pero ya adaptado, he buscado trabajar normalmente, además he sentido un gran compañerismo en el equipo, me han recibido bien tanto los jugadores, como cuerpo técnico y directivos y no me queda otra que dar mi mejor esfuerzo para corresponder esa confianza”.
Alfonso puede jugar porque tenía un permiso pagado por el club por 15 días “pero ya esta semana vienen llegando mis papeles, para estar acá ya con el permiso de residencia y poder jugar”, apuntó el jugador.