ESTADOS UNIDOS.- La selección mexicana de futbol fracasó en su intento de refrendar el título de la Copa Oro, al caer por la mínima diferencia en semifinales ante a su similar de Jamaica, al que fue incapaz de marcarle un gol en dos partidos.

La única anotación del encuentro, disputado en el Rose Bowl de esta ciudad, fue obra de Kemar Lawrence, con el que su escuadra logró su boleto a la final por segunda edición consecutiva, en la que se verá las caras con Estados Unidos.

A causa de su falta de contundencia, más allá de ser la diferencia en el ataque del “Tri”, al menos en este duelo, el delantero Erick Torres fue un jugador más, que cuando tuvo la ocasión más clara se encargó de errar su remate, falla determinante en el rumbo de un juego que culminó con una actuación desastrosa desde la banca hasta la cancha.

Más allá de haber sido un cuadro alterno el que jugó este certamen, los experimentos del técnico colombiano Juan Carlos Osorio nunca le permitieron a esta selección adquirir ese trabajo colectivo que solo se logra a base de repetición.

Muestra de ello es que en este duelo, pese a que tuvo el balón la mayor parte del tiempo, escasas fueron las ocasiones en que logró inquietar a la portería rival, aunado a malas decisiones como dejar a algunos de sus mejores elementos en la banca.

México fue muy respetado por su rival, algo que le permitió tener el balón y con todo y sus carencias, generó dos acciones de peligro, la primera al minuto 12 en un balón que Jesús Dueñas conectó con potencia dentro del área y que parecía no llevar nada, pero la defensa desvió el esférico y el portero Andre Blake salvó de manera casi milagrosa con una pierna.

La segunda y más clara, al minuto 24, en un centro al área a la cabeza del “Cubo” Torres, quien solo y en posición inmejorable conectó un testarazo sin fuerza ni colocación, lo que aprovechó el guardameta para recostar a su izquierda y alejar el peligro.

Esta falla le costó salir de la cancha al surgido de las fuerzas básicas de Guadalajara para el segundo tiempo, en el que conforme los minutos avanzaron aumentó la confianza de los del Caribe.