Juan Pablo Romero fue claro en su declaración: “Ya es tiempo de cerrar este ciclo olímpico para irnos al boxeo profesional”. Mejor conocido como 'pibi', aseguró que no ha firmando con alguna empresa "pero estamos en negociaciones. Esperemos poder dar el siguiente paso en enero".
Romero y Elías Emigdio, integrantes del grupo de boxeadores que cumplieron el ciclo olímpico que concluyó en Río de Janeiro, son los únicos al día de hoy, que siguen sin anunciar oficialmente su paso al profesionalismo.
Juan Pablo deja un historial difícil de igualar como amateur: experiencia de 230 peleas con sólo 16 derrotas, 10 veces campeón nacional, bronce centroamericano, monarca mundial WSB en el año 2012 y cerró su ciclo con los Juegos Olímpicos.
"Llegar a la selección nacional y representar al país en diferentes torneos internacionales, la mejor experiencia que he tenido. Me llena de orgullo haber pasado por Juegos Centroamericanos, Panamericanos, Olímpicos y Copas del Mundo, con el sueño y hambre de hacer historia, así como ser un gran representante de este hermoso deporte que es el boxeo, pero ya es tiempo de buscar nuevos objetivos, metas y sueños".
Juan es ferviente admirador del arte de la charrería y quien a los tres años de edad montó un caballo, aún no se ha despedido de federativos "pues me tomé un tiempo para pensar, pero estoy eternamente agradecido desde con la persona que limpiaba el gym de boxeo para que llegáramos a entrenar en una área limpia, hasta el presidente de la Federación, el presidente del Comité Olímpico, médicos, reporteros, cocineros, etcétera".
Se mostró más que agradecido con sus entrenadores Francisco Bonilla, Guillermo Becerril y Octavio Robles, "quienes me soportaron los ocho años que estuve en la selección nacional. Sin duda alguna esto fue una gran etapa de mi vida", concluyó.
Al mexiquense se le acercaron directivos de la empresa Golden Boy Promotions, propiedad de Óscar de la Hoya