El pasado fin de semana fue más notoria la escasez de gasolina para movilizar a las ambulancias, unidades de Bomberos y Protección Civil, para atender a lesionados de varios accidentes, así como de personas intoxicadas, por lo que los paramédicos y rescatistas tuvieron que hacer una cooperación para apoyar a sus homólogos con más necesidad, en este caso a los del municipio de Atlatlahucan y Cuautla.
El común denominador es el mismo, los presidentes municipales se niegan a proporcionar los recursos necesarios para el buen funcionamiento de cuerpos de emergencias.
En el municipio de Cuautla, aunque los responsables de Protección Civil y Bomberos lo eluden, la realidad está a la vista, pues en sus instalaciones es posible encontrar a la mayoría de vehículos de emergencias parados, con las llantas ponchadas y llenos de polvo, lo que evidencia que no han sido utilizados durante semanas.
Mientras tanto los ciudadanos, que confiaron en sus autoridades, siguen sin poder contar con los servicios de emergencias en caso de alguna necesidad.