Al realizar un recorrido por las instalaciones del Departamento de Bomberos y de Protección Civil, se pudo observar que varios policías municipales se encuentran en esos departamentos, debido a que fueron reubicados por el secretario de seguridad del Mando Único Jesús Pérez Abarca y por el director operativo Ramiro Flores, sin ningún documento de por medio.
Las reubicaciones de quienes actuaron como voceros de sus compañeros inconformes, fueron los primeros en ser desplazados de la corporación, a pesar de que el compromiso del comisionado estatal de seguridad Jesús Alberto Capella Ibarra fue de que no habría ninguna represalia, debido a que la protesta se debió a motivos justificados, como fue la falta de recursos para desempeñar su trabajo.
Desde el 11 de septiembre y el 4 de noviembre el Mando Único mandó a los primeros elementos a Bomberos sin documento de comisión, ni orden por escrito, presuntamente para fabricar un motivo para su despido. Dichos elementos son vigilados para que cumplan turnos de 12 por 12 de lunes a domingo sin descanso, como lo marca la ley.
La manifestación de policías tuvo su origen en las omisiones de las autoridades municipales y de la Comisión Estatal de Seguridad, al retrasarles el pago del incremento retroactivo, así como la entrega de uniformes y calzado, pero también por la prepotencia del comandante operativo Ramiro Flores, quien los enviaba a trabajar sin patrullas o con unidades sin suficiente gasolina.
En aquella ocasión, la manifestación de policías fue disuadida por Jesús Alberto Capella Ibarra, mediante un aparatoso operativo en el que se utilizó el helicóptero de la corporación, granaderos y francotiradores.