Fue la primera vocal del comité, Adriana Erika Reyes de la Cruz, la que estableció: “En cuanto a la higiene de los niños tenemos los baños, los cuales se recibieron demasiado sucios, con heces fecales y los migitorios llenos de orines”, apuntó.
Señaló que el actual comité, solicitó un espacio para vender durante el recreo y que las ganancias sean para la misma escuela. “Acorde a las normas de salud, comenzamos a vender tostadas con ceviche de soya, lo cual es bueno para los niños”.
Agregó que por ello se dieron cuenta que “les venden embutidos, huevo, chicarrón con salsa, dulces, cosas que les afectan y no están dentro de las normas de salud”.
Por ello decidió tomar fotografías de las condiciones, “por lo que fui amenazada por el director, quien me dijo que cualquier mal uso de esas fotos, la responsabilidad era sobre mí”.
Mientras esperaba a las afueras de la escuela, junto con otros padres y madres inconformes, señaló: “Recibimos una cantidad de las cooperaciones de los padres de familia y seis mil pesos tomó el anterior comité, supuestamente para arreglar los sanitarios. Pero cerca de dos mil pesos no pudieron comprobar, solo ponen 'notas varias' y cuando les pedimos el comprobante, dicen que no tienen las notas, que ya las tiraron”.
De la conserje, identificada como Alicia Plascencia Bustos, señaló que “abre la puerta de mala manera, sino somos sus amigos nos hace esperar hasta una hora o no nos deja entrar, pero lo más grave es el esposo de ella, que nada tiene que hacer en la escuela, lo tienen ahí todo el día”
Y agregó: “Hubo una señora que ya nos comentó que a su niño lo jaloneó este señor”.
A los niños como castigo “los ponen a barrer cuando no es esa su función y de hecho los maestros llevan al interior aguas, botellitas, bolis. Yo a mi hijo lo mandó a estudiar, no a que lo pongan a vender salón por salón agua”.
Dijo que incluso “quisimos arreglar los baños el sábado, las butacas se iban a arreglar y una pared a mejorar, pero nos cerraron las puertas de la escuela”.