Así lo señaló Rafael Franco Melgarejo, presidente del Movimiento para el Cambio Transportista y Grupo de Morelos AC, quien destacó que el caso de la Ruta 85 proveniente del Distrito Federal, es el que está creciendo debido a la negligencia de la SMyT, la que solapa la invasión de derroteros, al no contar con los recursos humanos suficientes para aplicar la ley.
Destacó que hasta ahora ese problema no ha sido resuelto, pero sí se ha complicado con la omisión de parte de la dependencia que permite que diversos actores ajenos al conflicto abanderen una presunta “necesidad”, incurriendo en una provocación que podría terminar en enfrentamientos.
“Vienen a provocar a los transportistas locales y ahorita el secretario de Movilidad y Transporte tiene un paquete muy grande, porque precisamente por ese tipo de situaciones, por las promesas de entrega de concesiones, por el pirataje que no se ha podido resolver, por la falta de sistema para poder regularizar a todo el transporte público que está en una parálisis administrativa y operativa”, destacó.
Uno de las deficiencias más graves que persisten en la SMyT es la falta de sistema informático para poder regularizar al transporte del servicio público el cual no han podido resolver en los tres años de gobierno.
“Al ser secretaría debería tener más recursos humanos para combatir al pirataje y en ese sentido no existe tal recurso humano, hoy es el apoyo del Mando Único y esperemos que a través de éste y de acciones operativas que haga la secretaría, se pueda combatir realmente el pirataje, hay permisos clonados en Cuautla de taxis, de Rutas y son situaciones que hay que enfocarse para poderlos combatir”, indicó.
Manifestó que las improvisaciones en esa dependencia sigue provocando que en lugar de dar soluciones sólo compliquen los problemas en el transporte perjudicando a los ciudadanos en general; “la parálisis en el sistema y los trámites que supuestamente eran de siete minutos por refrendo de Servicio Público, háblese de tarjetón y tarjeta de circulación, son trámites engorrosos que se llevan hasta dos o tres días y eso provoca incertidumbre entre los transportistas organizados”, aseveró.