Lo anterior se deriva luego de que la noche del miércoles se viniera abajo un árbol de laurel de una de las jardineras de la Alameda, el cual, en su caída, afectó dos luminarias y cableado de alumbrado público.
Afortunadamente por la lluvia la gente que acostumbra reunirse en las jardineras se había retirado, de lo contrario se habría provocado una tragedia, señalaron los propietarios de los establecimientos comerciales ahí ubicados.
Lo que llamó la atención del personal de Bomberos y Protección Civil que acudieron al lugar, es que aunque la copa del árbol estaba verde y aparentemente en buen estado, el tronco estaba blando y seco, lo que podría indicar que los árboles sufren de alguna enfermedad o han sufrido de ahogamiento de la raíz.
El director de Protección Civil, Rubén Apáez Omaña, dijo que de acuerdo con la opinión de algunos jardineros, los árboles podrían estar afectados en el tronco luego de que hace algunos años les fueron construidas jardineras cuando éstos ya estaban grandes; “al cubrirse con tierra parte del tronco y no dejarle salida al agua se produjo lo que los jardineros llaman ‘ahogamiento de raíz’, por lo que se tendrá que evaluar si el riesgo es generalizado”, señaló.
Dijo que aunque parece ser un asunto sin importancia, podría resultar en un peligro constante para los peatones que a diario se protegen del sol bajo su sombra o de aquellos que gustan de sentarse en las jardineras por las noches para pasar el rato. Por último, dijo que será la Dirección de Protección Ambiental la que determine si los árboles de las jardineras están dañados y las acciones a seguir.