En este sentido, la directora de Derechos Humanos de la Fiscalía de Morelos y encargada del programa nacional de personas desaparecidas en la entidad, Norma Angélica Toledo, recordó que la alerta emitida recientemente por tres estudiantes de Cuautla, pudo ser evitada.
Y es que los estudiantes habían abandonado sus casas por propia decisión y, junto, se trasladaron al estado de Puebla, sin que se diera una comunicación con sus padres, “por ello es importante que se recupere esa comunicación entre unos y otros, de manera que los padres de familia morelenses deben trabajar para fortalecer la comunicación con sus hijos antes de solicitar en vano la activación de la alerta”.
Asimismo, señaló que “en las últimas activaciones de la Alerta Amber en el estado han sido falsas alarmas. Sin embargo, en la práctica requieren la participación tanto de las instituciones de gobierno como de los medios de comunicación que difunden la información, y de las personas que se preocupan por contribuir a la causa”.
Explicó que “la Alerta Amber se implementó en Morelos desde agosto del 2013. Para activar la búsqueda de personas desaparecidas mediante este mecanismo es necesario que se trate de jóvenes y niños menores de 18 años de edad, que exista una fotografía reciente y datos importantes para identificarlos y que se encuentre en verdadera situación de riesgo”. De no ser así, la búsqueda puede llevarse a cabo mediante otros mecanismos.