Es el caso del señor Francisco Chávez Ramírez, de 56 años de edad, quien obtuvo del Congreso del estado su pensión por invalidez desde el 2013, sin embargo, a la fecha el cabildo le niega el pago de su finiquito, de su pensión y sueldos caídos, pese a que se encuentra delicado de salud.

Chávez Ramírez trabajó 20 años para el ayuntamiento, primero como policía y después como auxiliar del departamento de limpia, sin embargo, una insuficiencia renal lo incapacitó para continuar desarrollando sus actividades, por lo que recurrió a gestionar su pensión.

Actualmente su estado de salud le impide realizar alguna actividad para obtener un ingreso económico, por lo que su única esperanza para atender sus padecimientos está en el pago de su pensión que le pudiera efectuar el ayuntamiento, pero ninguno de los miembros del cabildo se ha preocupado por quien entregó gran parte de su vida a servir a la ciudad.

El señor Francisco señala que requiere de recursos económicos para continuar sus hemodiálisis y sus tratamientos, y las autoridades municipales que encabeza el alcalde Jesús González Otero, le siguen escatimando su pensión.

“Estoy por insuficiencia renal, con necesidad de hemodiálisis, necesito una  silla de ruedas y necesito para ir a mis terapias, lo cual no tengo el suficiente dinero para cubrir mis necesidades que se me ofrecen. Me dicen que no hay dinero, siempre que vengo me dicen que no hay dinero, que van a pagar la nómina y que no me pueden pagar porque no hay dinero”, agrega.

Casi a diario acude al Palacio Municipal con la esperanza de recibir su pago, pero siempre obtiene como respuesta que no hay dinero y que siga llamando por teléfono para saber cuándo le podrían pagar, así han pasado dos años, sin que le paguen lo que por mucho tiempo le costó ganar.