La activista indicó que esta situación “ha propiciado que los índices de contaminación sigan en ascenso de manera por demás alarmante”.
Asimismo, agregó que “si no se atienden estos problemas, las consecuencias serán muy graves pues a un mayor nivel de contaminación en espacios abiertos, canales de riego y mantos freáticos, mayores serán los padecimientos de enfermedades originados por la presencia de fauna nociva y, lógicamente, por el hecho de que los alimentos obtenidos del campo se encuentren contaminados”.
De Orbe González consideró que es necesario integrar acciones coordinadas “en las que participen las autoridades de los 16 municipios de la región oriente, estableciendo programas viables, a los que las próximas administraciones deberán de ser la clave del inicio de acciones de esta naturaleza”.
De igual forma, precisó que se deben retomar proyectos rentables para el reciclaje de la basura, la cual puede convertirse en una actividad que podría dejar recursos a los municipios, reducir gastos en materia de mantenimiento de basureros o rellenos sanitarios que no funcionan adecuadamente, programas de reciclaje que podrían desarrollarse a corto o mediano plazo.
Sobre el combate de la contaminación en ríos y mantos friáticos, indicó que es necesario que se trabaje de manera conjunta entre los ayuntamientos de la región, así como que se apliquen mecanismos para obligar a las empresas asentadas en la zona a cumplir con normas ecológicas.