De acuerdo a Gerardo Salazar Uribe, integrante del grupo ambientalista, Guerreros Verdes, “uno de los problemas que enfrentan autoridades de la región, es la falta de reglamentos en los cuales se basen para imponer sanciones a quienes efectúan esta práctica, situación que se combina con la deficiente labor de recolección de basura”.
Comentó que el panorama que persiste, “indica que prevalecen descargas de aguas negras en barrancas, campos de cultivo que son usados como tiradero de basura e incluso tala de árboles, son las acciones que quedan impunes, ante la falta de un documento de estas características, pero especialmente en esta temporada resultan de alto riesgo las quemas de pastizales y basura, pues fácilmente pueden llegar hasta zonas pobladas”.
Por comodidad, muchas familias prefieren limpiar sus terrenos ya sea de los matorrales secos o de la basura que se ha acumulado, prender fuego y se ahorran muchos problemas, pero arriesgan no solo sus propiedades, sino también su integridad física y la de otras personas.
Las condiciones de los materiales que se prenden en lotes vacíos y campos de cultivos de diversos municipios, provocan que sea fácil la propagación de las llamas, por lo que el riesgo se incrementa de manera notable, como recientemente ocurrió en Cuautla, donde un corralón de automóviles fue arrastrado por las brasas que llevaron los fuertes vientos hasta ese sitio, finalizó.